Su gran variedad de flora y fauna la ha convertido en uno de los principales sitios de conservación de la biodiversidad en el país.
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Estos dos gemelos: Los Ilinizas sur y norte son solo el abrebocas a una de las zonas más diversas del país.
Se trata de la Reserva Ecológica Los Ilinizas que se extiende por casi 150 mil hectáreas distribuidas entre las provincias de Cotopaxi, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Se divide en dos áreas: la zona baja y alta. Un equipo de Ecuaterra recorrió esta última que, aunque solo comprende 800 hectáreas, alberga sus mayores tesoros naturales.
A 4.700 metros de altura sobre el nivel mar, en medio de los dos nevados, se localiza la laguna verde Esmeralda, rica en minerales como arsenio y azufre.
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Avanzando 10 kilómetros al sur, oculta entre montañas, se avizoran las aguas termales de Cunuyacu y siguiendo por el sendero, a tan solo 100 metros, el paisaje no deja de deslumbrar.
Es la cascada de oro, cuyo nombre se atribuye a la pared de rocas volcánicas por donde desciende el agua, desde unos 40 metros de altura.
Constituye un importante colchón de agua de la Sierra. Alimenta a 7 ríos que abastecen a 100 mil personas.
“La mayor parte de vertientes sirven para las comunidades del cantón Mejía, parroquia El Chaupi, Aloag, Aloasí y Manuel Cornejo y en Latacunga, las parroquias de Tanicuchí, Pastocalle, Toacaso y Guaytacama”, dice Rodrigo Toapanta, guardaparque.
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Su gran variedad de flora y fauna la ha convertido en uno de los principales sitios de conservación de la biodiversidad en el país.
Tiene 45 especies de plantas, algunas con propiedades medicinales como la valeriana, chuquiragua y el sunfo.
Además, posee grandes extensiones de palmito de páramo y musgo.
Y 15 hectáreas de un bosque de polylepis, también conocidos como árboles de papel, que avanzan por un valle rocoso.
Entre las nubes, sobrevuelan dos cóndores andinos. Es una de las 56 especies de aves que habitan en la reserva.
Y tras las rocas, un zorro andino merodea. A pocos metros aparecen otros dos.
"Aquí tenemos mamíferos como osos, conejos, lobo de páramo, en la parte baja tenemos el puerco sajino", agrega Toapanta.
14 guardaparques del Ministerio de Ambiente vigilan la reserva, que entre otras de sus particularidades está atravesada por 18 kilómetros del Qhapaq Ñan o Camino del Inca, red vial del antiguo imperio Tahuantinsuyo, que inicia en Chile y llega hasta Colombia, declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
3 000 personas visitan cada año esta zona protegida, sobre todo andinistas, que buscan llegar al Ilinizas Sur. El más desafiante por su camino rocoso y pendientes pronunciadas.
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“Ver los tonos verdes de las montañas que se reflejan al momento de subir, creo que eso es lo que a mí más me llama la atención y por eso a mí me gusta este tema de hacer estas actividades", dice María José Narváez, turista.
Cerca de tres horas toma llegar hasta la cumbre, que tiene 5.265 metros de altura.
Desde aquí es posible divisar la ruta de los volcanes: el Cotopaxi, Rumiñahui, Antisana y el Pasochoa.
Es el punto más alto de la Reserva Ecológica de los Ilinizas.
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