16 feb 2024 , 14:44

Las 286 000 hectáreas del Chocó Andino resguardan plantas y frutas extraordinarias

Dentro de los ejemplares presentes en el Chocó Andino están plantas comestibles, como el pepinillo silvestre, el bledo y el llerén.

En el interior del Chocó Andino, con sus 286 000 hectáreas, viven especies importantes de animales como el famoso oso de anteojos y 3 200 plantas.

Dentro de estas ejemplares existen plantas alimenticias no convencionales. La mayoría de ellas crecen de forma silvestre y han estado aquí desde siempre.

En la parroquia Nanegalito, a unos 45 minutos de Quito, la Fundación Imaymana las estudia. Sus investigadores saben que en el Chocó Andino hay unas 450.

Le puede interesar: El Chocó Andino, tierra de reforestación y de protección de aves

Nina Duarte, ingeniera forestal, cuenta que muchas de ellas han quedado en el olvido por lo que corren riesgo de desaparecer si no son reproducidas. Ella y sus colegas intervienen en este tema.

"Se rehabilita esta área degradada a través de la diversidad de plantas y árboles en el sistema, que a la vez es un beneficio para los productores y productoras", señala.

El pepinillo silvestre es uno de ellos, una hortaliza muy llamativa por su tamaño: mide unos 6 centímetros. Lo mismo ocurre con el tomatillo de árbol, que tiene un color diferente a la del tomate de árbol que se conoce.

Foto de un tomatillo verde.
Foto de un tomatillo verde. ( )

Estas plantas tienen propiedades extraordinarias, que incluso, en algunos casos, llevan ventaja a las plantas comestibles tradicionales como el bledo, una planta en esta zona está por todas partes.

Por ello, los bosques del Chocó son para los científicos verdaderas bastiones de conocimiento .El llerén es una de las plantas más estudiadas, un tubérculo no convencional de nueve mil años de antigüedad, una de las plantas ancestrales que corre riesgo de perderse.

Lea también: La ONU felicita a Ecuador por su decisión sobre el Yasuní y el Chocó Andino

Su sabor es como el de un choclo tierno. Es una planta resistente a las sequías e inundaciones cuyas propiedades sorprenden. Son antioxidantes, y aportan muchos nutrientes, pues tienen calcio y hierro.

Foto de un llerén, un tubérculo que crece en el Chocó Andino.
Foto de un llerén, un tubérculo que crece en el Chocó Andino. ( )

Su cultivo no es complejo y es uno de las plantas alimenticias que el proyecto intenta resaltar. Además, están flores comestibles como la verdoloaga y unas papas aéreas que ahora están siendo cultivadas de nuevo por las comunidades.

La idea es que estas plantas no solo permitan la restauración de los bosques, sino que se incluyan en el sistema de producción y de alimentación de la zona.

Por ello la misión es enseñar a las comunidades no solo a cultivarlas, sino a prepararlas. De allí la importancia de reforestar y de atesorar estos bosques biodiversos en donde aún queda mucho por descubrir.

Noticias
Recomendadas