Ecuaterra: gestión público - privada convierte desechos en un ecocombustible en Galápagos

Galápagos es un tesoro natural, pero a la par de su biodiversidad, existe un tema que preocupa. Los más de 15.000 habitantes de Santa Cruz, el cantón más poblado del archipiélago, y los turistas que lo visitan, generan 12 toneladas de basura cada día.

Este es el relleno sanitario de Santa cruz está tan saturado, que las toneladas de basura que deberían estar enterradas, son visibles desde el aire.

El botadero fue abierto en 2013 para depositar aquellos desechos no reciclables: como espumafón, fundas plásticas, colchones, restos de caucho o madera una categoría de residuos que representa la mitad de lo generado y cuyo reciclaje es complicado debido a su composición.

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Sin embargo, una gestión compartida entre el municipio local y la empresa privada los aprovecha como combustible sólido para la fabricación de cemento.

Todo inicia con la recolección de residuos en domicilios, comercios y hoteles de Santa Cruz para luego llevarlos a un centro de acopio.

Los desechos son trasladados en buques portacontenedores hacia Guayaquil y luego llevados en camión a la planta de la empresa Geocycle, ubicada en las afueras del puerto principal.

La mezcla resultante es utilizada para alimentar los hornos de cemento, y lograr que estos alcancen temperaturas de hasta 1 600 grados centígrados.

Alrededor de 50 toneladas de residuos no reciclables han sido sacados de la isla de Santa Cruz para ser co-procesadas de esta manera. Pero la iniciativa recibe también desechos de Guayaquil, Cuenca y los cuatro municipios que conforman la mancomunidad del pueblo cañari.

La idea es que a futuro más ciudades se sumen a esta innovadora transformación de la basura.