La cuenca del río Daule enfrentan desafíos ambientales, como la contaminación y la deforestación
Tres de cada 10 ecuatorianos reciben agua que se origina en la cuenca del río Daule, y enfrentan desafíos ambientales, como la contaminación y la deforestación.
Tres de cada 10 ecuatorianos se benefician del agua que se origina en la cuenca del río daule. Esta red hidrográfica se extiende por 28 cantones en cuatro provincias del país: Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí, Los Ríos y Guayas.
Además, cubre alrededor de 15 000 km2 e impacta en más de 4.5 millones de habitantes.
“Su importancia es vital, porque de eso depende la energía hidroeléctrica que tenemos y la potencial carencia que vamos a tener”, señaló el biólogo The Nature Conversancy, Fabián Viteri.
Esos ríos y esteros enfrentan amenazas, como la deforestación, que ha reducido la cobertura de árboles en más del 80 % de sus riberas. Lo que produce unos niveles de erosión muy graves en 10 puntos, especialmente en Manabí y Guayas.
"Tenemos una problemática muy grande a la erosión y turbidez del agua. Cuando llueve mucho, el suelo se desprende y forma la turbidez", apuntó la ingeniera ambiental, Monserrate Vélez.
Otro de los problemas es la contaminación, como las descargas de aguas residuales sin el tratamiento adecuado, que fueron identificadas en los 28 municipios que abarca la cuenca. Al igual que malos sistemas de gestión de desechos.
También afecta una industria agrícola cargada de fertilizantes y plaguicidas nocivos, que se filtran en la tierra y terminan siendo detectados en los monitoreos de la calidad del agua.
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Uno de los agricultores del lugar, Kleber Goya, se quejó de que antes todo era natural, pero ahora todo tiene que ver con química, todo termina en el agua, y por eso las personas se enferman.
¿Cuáles son las iniciativas sostenibles que buscan restaurarlo?
En Daule, Santa Lucía y Nobol, cantones bañados por este curso de agua, 70 agricultores de arroz han elaborado biopreparados artesanales a base de desechos orgánicos, con lo que nutren 450 hectáreas de manera natural.
Además, se realizan siembras masivas de árboles y se certifica a productores en buenas prácticas agrícolas y ganaderas.
“Todos tenemos el mismo derecho de cuidar, amar y respetar en el consumo de nuestra agua”, comentó el dirigente del recinto Las Colembras, Amarilis Soledispa.
Reforestar para detener la erosión, que los municipios traten las aguas residuales y que la agricultura reduzca el uso de agroquímicos, son acciones que se deben tomar para evitar sequías o inundaciones.
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