Uno de los principios de este método es la incorporación de animales a los campos.
Drones que rocían fertilizantes químicos son comunes en las plantaciones de Ecuador, pero en una hacienda ubicada en el límite provincial entre Guayas y Los Ríos, estos artefactos son utilizados incluso para esparcir abonos líquidos de origen natural.
La técnica es parte de la agricultura regenerativa, un sistema de producción que consiste en rehabilitar el suelo y mantenerlo productivo el mayor tiempo posible, evitando así la expansión agresiva a nuevas áreas. Uno de los principios de este método es la incorporación de animales a los campos.
Lea: ¿A dónde va el aceite que cambias de tu vehículo? Una iniciativa lo recicla en Ecuador
Además de los drones, en los campos, sobre todo de la Costa, se promueve la rotación de cultivos para evitar suelos descubiertos y mitigar la erosión. Hay agricultores que alternan entre soya y arroz.
Esta rotación entre cultivos genera residuos que tienen otros propósitos. Por ejemplo, tras la cosecha de arroz, se genera paja, a la que popularmente se la llama "panca" y ésta es incorporada en el suelo usando tractores. Ese material es rico en potasio. En muchas haciendas se quema la "panca".
La paja no es el único residuo que queda del arroz, existe también la cascarilla, que también suele quemarse. Por cada saca de arroz de 200 libras, resultan 40 libras de cascarilla.
Revise también: El páramo es fundamental en la lucha contra el cambio climático
Gracias a estos procedimientos, 50 pequeños agricultores han bajado el costo de producción de sus cosechas en un 35 %, pero uno de los mayores desafíos de la agricultura regenerativa sigue siendo el desconocimiento. Las técnicas agrícolas ecoamigables tienen alto potencial y las ventajas van más allá de la sostenibilidad
Recomendadas