Oswaldo Brito da forma con sus manos a pedazos de madera y los convierte en novedosas figuras.
Baeza es la puerta de la amazonia ecuatoriana. Pertenece al cantón Quijos y parte de la provincia del Napo, donde visitamos la galería los troncos que se ha convertido en una parada obligatoria para los turistas.
Ahí constatamos como con la paciencia del artesano Oswaldo Brito, da forma con sus manos a pedazos de madera y los convierte en novedosas figuras.
Hace 20 años que este artista de Morona Santiago comenzó este oficio. Cuenta que fue por causalidad, producto de una depresión que atravesaba al ser despedido de su trabajo por un mal entendido, fue ahí que hizo su primer diseño, un reloj de pared.
Lo que para algunos es un simple tronco de madera para este artesano es una mesa, una silla, o hasta una cama, hay diferentes usos.
Los precios de las esculturas del maestro Brito cuestan entre 60 hasta 1.500 dólares, todo depende del tamaño y del tiempo que se tome en elaborarlas. Entre risas reconoce que está un poco loco pero confiesa que hay personas que lo están más que él, sus compradores.
Un plus en su oficio es que para realizar las obras, Brito no corta madera, sino que utiliza lo que le proporcionan los ríos.
Ahora confiesa que su sueño es abrir una escuela para enseñarle a otras personas su oficio, sueño que de hacerse realidad lograría que luego de morir, los árboles sigan reencarnándose en obras de arte.
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