06 mar 2013 , 12:03

'Limitar la injerencia de la Comisión Interamericana es ir en contravía'

   

Pedro Restrepo, padre de Carlos Santiago y Pedro Andrés, desaparecidos en 1988, habló esta mañana en Contacto Directo sobre la importancia de la independencia del sistema interamericano de la injerencia de los gobiernos. Ello, a propósito de las reformas al sistema interamericano de Derechos Humanos.   Diez años, desde enero de 1988 hasta mayo de 1998, le tomó a Pedro Restrepo lograr que el Estado ecuatoriano reconozca ante la Comisión Interamericana que el caso de la desaparición y muerte de sus hijos es un crimen de Estado.  

Pedro Restrepo, padre de Carlos Santiago y Pedro Andrés, desaparecidos en 1988, habló esta mañana en Contacto Directo sobre la importancia de la independencia del sistema interamericano de la injerencia de los gobiernos. Ello, a propósito de las reformas al sistema interamericano de Derechos Humanos.

 

Diez años, desde enero de 1988 hasta mayo de 1998, le tomó a Pedro Restrepo lograr que el Estado ecuatoriano reconozca ante la Comisión Interamericana que el caso de la desaparición y muerte de sus hijos es un crimen de Estado.

 

Las atribuciones de la Comisión Interamericana de DD.HH., de acuerdo a la experiencia de Pedro Restrepo, son muy importantes para casos como el de la desaparición de sus hijos. "Cualquier acción que trate de limitar esta instancia que tiene la sociedad, los ciudadanos, ante los embates de los estados, va en contravía, no está bien. Cualquier cosa que se haga debe ser para mejorarla, para reforzarla, y para que los ciudadanos vean en esta instancia una forma de hacer justicia o algo de justicia".

 

En la lucha de Restrepo, el gobierno de Rodrigo Borja lo apoyó. Sin embargo, éste fue con limitaciones. Fue finalmente en 1995, cuando la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dictó sentencia en contra de algunos responsables del crimen, aunque no se reconocía que era crimen de Estado. Este fin lo consiguió la Comisión Interamericana. 

 

El padre de los hermanos Restrepo recuerda que hubo un juicio en la CSJ donde se condenó a siete personas, entre autores, cómplices y encubridores. "Pero el poder político, que en definitiva era el responsable de este crimen de Estado, no fue toca y ni siquiera fue cuestionado". Por ello, señala, fue ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual en 1998 citó al Gobierno y a la familia para conversar sobre el tema. Entonces se llegó a un convenio amistoso en donde el régimen ecuatoriano reconoció que la muerte de los hermanos Restrepo era un crimen de Estado. 

 

Por su experiencia, Pedro Restrepo dice que la Comisión es una instancia muy importante. Pero advierte que no es fácil. "Es demorada. Es necesario que todos los trámites e instancias internas en la justicia sean agotadas en los países de origen. Después la solicitud entra a estudio a esta comisión. Nosotros comenzamos en el año 1992. Recién en 1998 hubo una cita con los estados", detalló. Solo luego de ello, esta instancia interamericana, si los estados y la parte demandante se ponen de acuerdo, firman un convenio amistoso. Caso contrario, el caso va a la Corte Interamericana de Costa Rica de Derechos Humanos, "lo cual tiene una demora bastante grande debido a que son instancias judiciales con apelaciones". 

 

Pese al tiempo que lleva acudir a instancias internacionales -que pueden ser años- y el trabajo arduo, Restrepo resalta que "es una esperanza a la cual muchos ecuatorianos y muchas personas de América Latina han acudido" y han conseguido "algo de justicia". Por ello, defiende que se reforzuerce este tipo de organismos internacionales, "no debilitarlas".

 

Vea la entrevista completa en los videos de Contacto Directo.

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