Algunos moradores denuncian la aparición de personas que buscan aprovecharse de su condición.
El desmedido crecimiento urbano marginal en el sector de Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil, motivó esta semana la clausura de más de 30 ferreterías asentadas en la zona que operaban sin los permisos para su funcionamiento. Estos locales, según el presidente Rafael Correa, nutren de materiales para las nuevas invasiones.
De acuerdo al Jefe de Estado, desde el 2010 hasta el 2012 el número de casas asentadas en la zona pasaron de 16 a 65 viviendas.
El temor de los dueños de esos negocios lo comparten los habitantes de las cooperativas asentadas desde hace más de diez años en esos terrenos. Uno de ellos es Rafael Franco, habitante de la cooperativa Voluntad de Dios. "Nosotros no tenemos dónde vivir. No se nos puede botar así nomás, como que si fuésemos un saco de azúcar", manifestó.
Al tiempo denuncian la presencia de personas que pretenden sacarle provecho a la advertencia gubernamental. De acuerdo a Verónica Mindiola, otra de las moradoras, hay una persona solicitaban las firmas para que no los boten y no les corten la luz.
Por su parte, Xavier Burbano, gobernador del Guayas, dijo que el plan para las personas a las que se va a desalojar solo incluye a los que llegaron antes de diciembre del 2010.
En Monte Sinaí esperan control, pero también la seguridad de no perder sus casas.
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