La tradición de los monigotes en la calle Seis de Marzo sigue viva, a pesar de la lluvia

A pesar de la lluvia que cae sobre Guayaquil, la tradición de los monigotes se mantiene en la víspera del 31 de diciembre. En la calle Seis de Marzo, las personas no dejan que el clima los detenga, algunos caminan bajo la lluvia mientras otros, en sus vehículos buscan su monigote para la despedida del año.

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Y los hay de todos los tamaños y personajes, desde un Popeye de más de tres metros de altura, hasta muñecos de Deadpool, Wolverine y Goku de tamaño más reducido.

En cada esquina se ofrecen figuras creadas por los artesanos locales, el arte de estos monigotes ya es tradición en Guayaquil, donde las piezas van desde los USD 5 hasta los USD 10, para que todos puedan disfrutar de esta costumbre.

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Son 12 cuadras llenas de puestos, donde es posible ver figuras como Chucky y personajes de la cultura popular. A pesar de que la lluvia no cesa, los visitantes no dejan de venir, cotizar y comprar su muñeco para despedir el 2024 con humor y creatividad.

La tradición de los monigotes sigue viva, y a pesar de las lluvias, sigue siendo un plan infaltable para cerrar el año de una manera única. Y aunque la lluvia sigue cayendo, las personas continúan acudiendo para elegir el muñeco con el que despedirán el 2024 y darle la bienvenida al 2025 con esperanza y alegría.

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