El caso del edificio Fantasía, en el centro de la ciudad, expone otra vez la situación de decenas de inmuebles que incluso representan un riesgo para los ciudadanos.
El Municipio de Guayaquil determinó que 40 edificaciones deben ser demolidas en el Puerto Principal debido a daños estructurales o por vetustez. Gran parte de estos inmuebles están en el centro, suroeste y el Suburbio.
El caso del edificio Fantasía, en el centro de la ciudad, que tiene una inclinación de 40 centímetros hacia la avenida 9 de Octubre, mostró -otra vez- la situación de decenas de inmuebles que incluso representan un riesgo para los ciudadanos.
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La estructura de 14 pisos, que fue levantada hace más de medio siglo, será derrocada, según anunció el alcalde Aquiles Álvarez, no obstante, las autoridades esperan los resultados de un estudio que servirán para marcar la hoja de ruta para derrumbar el edificio. Mientras tanto, residentes y personas que laboran en la zona ven el inmueble con asombro e inquietud. Temen que con un sismo el bloque ceda aún más o suceda algo peor.
Aunque inicialmente el director de Obras Públicas del Municipio de Guayaquil, Andrés Burbano, indicó que la estructura podía ser rectificada, este proceso sería muy costoso, según expertos. En ese edificio hay 19 propietarios.
Entre las calles Luque y Tulcán, también en el centro de la urbe, hay otra edificación que piden demoler. El inmueble tiene más de 10 pisos. Sus pilares están corroídos, sus paredes están destruidas y la terraza está destrozada. Según moradores, la edificación se ha convertido en guarida de delincuentes y consumidores de droga. Adicionalmente, señalan que alberga roedores y otras plagas.
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En el Suburbio, en una misma arteria, hay dos casas que representan un riesgo para los moradores. Entre las calles 15 y Colombia hay una edificación de cuatro pisos que está inclinándose hacia la vivienda de Ernesto Díaz, un ciudadano que ve con preocupación cómo su residencia incluso sirve de soporte a la estructura contigua.
De acuerdo a Díaz, la edificación ha ido desnivelándose en los últimos 20 años. El inmueble no está habitado.
En la otra esquina, entre las calles 14 y Colombia, hay otra casa que también está virándose. Este domicilio sí está habitado.
En el suroeste, en la calle Los Ríos entre Letamendi y San Martín hay dos inmuebles más que tienen las fachadas desprendidas. Los pilares también están corroídos. Mientras que, entre Portete y Esmeraldas hay una casa cuyo segundo piso está sostenido con cañas.
De acuerdo a la Alcaldía, entre las 40 estructuras que deben ser derribadas también existen iglesias y edificios patrimoniales.
Ecuavisa.com ha solicitado a la Alcaldía de Guayaquil la lista completa de las edificaciones que deben ser derribadas, pero hasta este viernes 21 de junio la información no había sido proporcionada.
La demolición de La Licuadora
Ingenieros coinciden que la demolición de una estructura como el edificio Fantasía debe realizarse piso por piso, tal como ocurrió hace más de una década con el extinto edificio del Ministerio de Agricultura, que fue conocido en el Puerto Principal como La Licuadora.
Aquella edificación fue derribada luego de haber funcionado por 35 años. Su destrucción tomó casi ocho meses y le costó al Estado alrededor de cuatro millones de dólares.
En esa obra había una ventaja: no existían edificaciones vecinas. En el caso de Fantasía, este es otro aspecto que se debe tomar en cuenta, pues el edificio está rodeado de inmuebles.
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