Guayaquil: los comerciantes de la calle Ayacucho exigen seguridad, frente a la ola de delitos que azota la zona
Marcha de comerciantes exige acción inmediata por parte de las autoridades contra la delincuencia.
En un acto de protesta y desesperación, vendedores de repuestos y accesorios de vehículos de la calle Ayacucho en Guayaquil salieron a las calles para exigir una respuesta inmediata y efectiva de las autoridades frente a la creciente ola de delitos que azota su comunidad. Los comerciantes demandan acciones concretas para combatir el robo, la extorsión y los secuestros que han proliferado en la zona.
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El gremio de comerciantes asegura que en lo que va del año, los secuestros se han multiplicado alarmantemente en este sector.
El caso más reciente ocurrió el pasado 7 de junio, cuando 4 delincuentes fuertemente armados ingresaron a un local de venta de repuestos y, bajo amenazas de muerte, secuestraron al hijo del dueño del establecimiento.
Los secuestradores exigieron un rescate de USD 100 000. Afortunadamente, la intervención de la policía permitió la liberación del joven casi 20 horas después.
Jhonny Coppiano, vendedor de la zona, señaló que los secuestros y las amenazas han aumentado en frecuencia este año.
Coppiano informó que en los primeros 6 meses de 2024, al menos 14 secuestros han sido registrados, afectando a propietarios, familiares y empleados de los locales a lo largo de la calle Ayacucho, desde el centro hasta el suburbio de Guayaquil.
Trágicamente, 2 de estos casos han resultado en asesinatos debido a la incapacidad de las familias para pagar el rescate exigido.
Otro comerciante relató cómo se vio obligado a cambiar de domicilio y trabajo después de ser víctima de extorsiones y amenazas, conocidas como “vacunas”, lo que incluso lo llevó a abandonar el país temporalmente.
Los comerciantes reportan una drástica reducción en sus ventas, estimando una caída del 60%, atribuida al miedo de los clientes de ser asaltados mientras realizan sus compras. Esta disminución en la clientela no solo afecta sus ingresos, sino también la sostenibilidad de sus negocios.
A pesar de que muchos comerciantes han invertido en cámaras y alarmas, estos esfuerzos no han sido suficientes para disuadir a los delincuentes. Hace unos meses, se reunieron con el gobernador Tabacci, pero no obtuvieron una respuesta favorable.
La marcha, que duró casi 3 horas y recorrió 30 cuadras desde la calle Machala hasta la calle 16, concluyó pacíficamente, pero con la firme postura de volver a las calles si las autoridades locales y nacionales no atienden sus demandas de seguridad.
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