Los apagones causan caos vehicular en dos de las principales vías de Guayaquil
Los conductores tardan hasta una hora para cruzar un tramo de 300 metros debido a los semáforos apagados por los cortes de luz en la ciudad. Algunos sienten angustia y temor en medio de la oscuridad.
La situación en Nueva Prosperina, noroeste de Guayaquil, se vuelve caótica a las 20:00. A esa hora, se va la luz en esa zona donde viven más de medio millón de personas.
El sector bordea gran parte de la vía Perimetral, que conecta el norte con el sur de la urbe. Por allí circulan casi 100 mil vehículos diarios. Pero el tránsito es complica por la oscuridad debido a los apagones.
Carros particulares y tráileres que llevan contenedores hacia la zona portuaria hacen una fila que se extiende por cuatro kilómetros en las noches. Los conductores sienten nerviosismo por la delincuencia.
Lo mismo le pasa a los transeúntes. Ellos incluso deben usar linternas para cruzar la vía y no ser atropellados o asaltados. La situación se repite en otro sector, como la avenida Francisco de Orellana, en el norte.
Por allí circulan 60 mil vehículos de lunes a viernes. Con los cortes de luz, los semáforos dejan de funcionar y se forma la congestión. Las motos, buses y carros deben esperar hasta una hora para cruzar un tramo de medio kilómetro.
Debido a la falta de agentes de la ATM, hay personas que toman la iniciativa de intentar regular el tránsito. Lo hacen de forma improvisada hasta que aparezcan los uniformados.
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