Alarma en Guayaquil por vulnerabilidad de postes

La reciente caída de diez postes en Guayaquil ha puesto en evidencia una problemática persistente: el estado deteriorado de las estructuras en la ciudad. Este incidente resalta la vulnerabilidad de la infraestructura urbana y genera una creciente preocupación entre los ciudadanos y expertos en urbanismo.

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Un recorrido realizado por Televistazo reveló la precaria condición de numerosos postes en Guayaquil, incrementando la alarma pública. El pasado 19 de abril, seis postes colapsaron en cadena en la avenida Sufragio Libre, ubicada en la ciudadela Atarazana, al norte de la ciudad.

Este incidente fue seguido el 20 de mayo por la caída de cuatro postes adicionales en la avenida Juan Tanca Marengo, cerca de una obra vial en construcción. Este suceso causó daños a cinco vehículos, aunque afortunadamente no hubo víctimas.

Más recientemente, el 28 de mayo, el impacto de un vehículo fue suficiente para derribar otro poste en la misma avenida, a la altura de la Martha de Roldós. Estos repetidos eventos subrayan la fragilidad de la infraestructura urbana y la necesidad urgente de acciones correctivas.

El arquitecto y docente de la Universidad Católica de Guayaquil, Ricardo Pozo, ha señalado que estos incidentes reflejan la vulnerabilidad de los postes en la ciudad.

Según Pozo, la responsabilidad de esta situación debe ser compartida entre la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) y el municipio.

Durante el recorrido, Televistazo en la Comunidad constató la presencia de postes en avanzado estado de deterioro, algunos de ellos tan corroídos que sus estructuras metálicas están expuestas y oxidadas.

Una complicación adicional es el exceso de cables de telefonía, internet y televisión que saturan la capacidad de los postes. Este problema, como ya ha sido reportado por Televistazo, agrava el riesgo de colapso de las estructuras.

Ante esta situación, el experto recomienda llevar a cabo un censo exhaustivo de los postes en la ciudad para evaluar su estado y tomar las medidas necesarias para su reparación o reemplazo.

La integridad de los ciudadanos está en juego y se requiere una respuesta inmediata para prevenir futuras tragedias. La situación actual exige un esfuerzo coordinado entre las autoridades y las empresas de servicios públicos para asegurar que la infraestructura de la ciudad sea segura y fiable.