04 dic 2013 , 04:36

FIFA recibirá los estadios para el Mundial 2014 a partir de enero

   

Además de los estadios, hay preocupaciones sobre la obsoleta infraestructura aeroportuaria.

De los seis estadios del Mundial-2014 de Brasil que debían estar listos en diciembre, el plazo impuesto por la FIFA, sólo dos estarán terminados a tiempo y el resto en los primeros meses del próximo año, informó este miércoles el gobierno.

 

Manaos y Natal estarían terminados este mes, pero su inauguración, muy posiblemente en un eventoque quedará para enero, debido a problemas en la agenda de la presidenta Dilma Rousseff, explicó el secretario ejecutivo del ministerio de Deportes, Luis Fernandes.

 

Los estadios de Porto Alegre y Cuiabá se terminarán en enero, mientras que Curitiba deberá esperar hasta febrero.

 

La gran incógnita está en Sao Paulo, debido a que aún debe determinarse el impacto que causó en el cronograma el accidente que dejó dos obreros fallecidos y destruyó parte de la tribuna la semana pasada.

 

"Esperamos el informe de lo ocurrido" para calcular una nueva fecha para la entrega del estadio inaugural del Mundial, explicó Fernandes en una rueda de prensa en Costa do Sauípe, donde el viernes se celebrará el sorteo de grupos de la Copa.

 

La FIFA exigió que los estadios mundialistas debían ser finalizados a más tardar el 31 de diciembre para celebrar en ellos un mínimo de dos eventos, antes del Mundial, que se celebrará en 12 ciudades brasileñas del 12 de junio al 13 de julio.

 

"Hay atrasos pero no son significativos", dijo el ministro brasileño de Deportes, Aldo Rebelo.

 

Cuatro estadios serán inaugurados en enero por problemas en la agenda de la presidenta Dilma Rousseff, que tiene compromisos como un almuerzo de Navidad con gente de la calle en Sao Paulo.

 

Las obras del estadio "Itaquerao" de Sao Paulo, donde se jugará el primer partido de la Copa y otros cinco partidos, están avanzadas en un 97%.

 

Tras el trágico accidente, el lunes se retomaron parcialmente las obras. Un 30% continúa paralizado para realizar las investigaciones.

 

Sao Paulo "estará listo, es una cuestión de confianza", dijo el martes el presidente de la FIFA Joseph Blatter.

 

La Arena da Baixada de Curitiba, que recibirá cuatro juegos de la Copa y está culminada en 83%, tuvo problemas con el desembolso de recursos, mientras que Cuiabá registra atrasos en la instalación de sillas y gramado.

 

En Porto Alegre faltan terminar obras en los alrededores del estadio, dijo Rebelo.

 

Rousseff inauguró cada uno de los seis estadios usados para la Copa Confederaciones de junio, de los cuales cuatro fueron entregados con atrasos considerables.

 

"Estamos más avanzados con las entregas en comparación a cómo estábamos en este nivel en la Copa Confederaciones", dijo Fernandes, que recordó cómo en marzo el área del campo del Maracaná de Río de Janeiro parecía un lodazal debido a las fuertes lluvias de la época.

 

Además de los estadios, hay preocupaciones sobre la obsoleta infraestructura aeroportuaria y de movilidad urbana, así como de la capacidad hotelera para recibir a los más de 600.000 turistas extranjeros y atender a los tres millones de brasileños que se moverán por todo el país.

 

El ministro de Deportes justificó los atrasos, a los que la FIFA parece ya estar acostumbrados, con una broma: "en todas las bodas a las que fui, la novia siempre llegó atrasada, y por eso un matrimonio no fracasa".

 

En plena Copa Confederaciones, más de un millón de personas salió a manifestar a las calles en varias ciudades de Brasil en demanda de mejores servicios públicos y para condenar las masivas inversiones públicas para organizar ambos torneos.

 

“Fue muy intenso y movilizó a más de 55.000 policías. Afortunadamente, no hubo ninguna persona muerta ni heridos graves, ni tampoco nada que perjudicara la celebración de los juegos”, indicó el secretario para Seguridad Pública de Grandes Eventos, Andrei Passos Rodrigues.

 

Movimientos de anarquistas radicales publican todos los días en las redes sociales advertencias de que "no habrá Copa", en un pronóstico de que las manifestaciones se repetirán durante el torneo del año que viene.

 

"Nuestra actuación es para impedir acciones violentas”, advirtió Rodrigues.

 

El ministro Rebelo descarta prácticamente cualquier amenaza de terrorismo, y acepta que las autoridades están preocupadas por el crimen común, que ha despuntado en las últimas semanas en ciudades como Río.

 

 

 

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