07 oct 2014 , 09:23

El Estero Salado, sitio de recreación para varias generaciones de guayaquileños

   

Los guayaquileños se siguen reuniendo a orillas del Salado, ahora en un moderno malecón.

Llegamos hasta el malecón del Salado. Aunque unas décadas atrás lucía distinto, ya era un punto muy concurrido de Guayaquil.

 

Así lo confirma el historiador y profesor universitario Willington Paredes, quien acompañó a Rafael Hernández por este recorrido.

 

Era sitio de reunión y al mismo tiempo, de pasatiempos.

 

Willington nos explica que en su juventud, el puente 5 de Junio ya tenía ese nombre, aunque obviamente fue remodelado en varias ocasiones. Alquilar un bote para pasear era algo común para cualquier joven.

 

Recorriendo el malecón descubrimos que aún quedan indicios del balneario de esas décadas. Las mismas escaleras que Willington y sus amigos utilizaban.

 

Los guayaquileños se siguen reuniendo a orillas del Salado, ahora en un moderno malecón. Ya nadie se baña en esta parte del estero, pero nuevos botes permiten revivir el paseo a remo.

 

El Estero Salado es una tradición, y uno de los atractivos turísticos de la ciudad. De ese Guayaquil que creció con el salado muy cerca de las calles y de las casas, y sobre todo, en medio de su historia.

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