La cantante dio que hablar en la gala tras protagonizar una coreografía demasiado sexy.
En lo que a escándalo se refiere, por primera vez en una gala, Miley Cyrus le robó el protagonismo a Lady Gaga. Sí, la reina de los monsters ya nos tiene acostumbrados a sus bailes eróticos y con escasa ropa, o con vestuario excéntrico. Pero esta vez la que se pasó de la raya fue la ex chica Disney.
Apareció en el escenario de los MTV Video Music Awards con una multitud de ositos de peluche danzantes y el contraste fue inmediato: lo naif, y lo sexual. Ella vestía un body con un estampado simpático y tenía un peinado de dos rodetitos bastante infantil. Comenzó a bailar al ritmo de We can't stop y todo lo aniñado se convirtió en pura provocación. Erótico es poco. Miley enloqueció a la platea con sus movimientos y realmente sorprendió por lo osada. Al término de la canción, se sacó el body y quedó sólo con una bikini color piel. En ese momento ingresó en escena Robin Thicke, que fue el blanco de una nueva coreografía erótica al ritmo de Blurred lines.
"Miley, mejor ve a hacerte una prueba de embarazo después de todo eso", bromeó después el comediante Kevin Hart.
Las críticas se hicieron sentir en Twitter y muy pronto el nombre de la joven cantante se convirtió en trending topic mundial. "Miley se volvió loca", comentaron algunos tuiteros.
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