El año pasado se retrocedió en esa área debido a la pandemia de coronavirus.
La oficina de Unicef en Ecuador, en el marco de la "Semana de vacunación en las Américas 2021", instó este lunes a las autoridades ecuatorianas a dar prioridad a la inmunización infantil y se lamentó del retroceso que en esta materia se registró el año pasado por la pandemia del coronavirus.
"Se estima que en 2020 en el Ecuador pudo incrementarse hasta 2.282 el número de muertes en niñas y niños menores de 5 años con respecto a 2019, por efecto de la reducción de las coberturas de servicios esenciales en el marco de la pandemia", precisó la oficina en Quito del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Precisó que esta es una de las conclusiones de un reciente análisis elaborado por investigadores de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública de Estados Unidos, publicado en la revista académica "The Lancet Global Health".
"Por ello, las vacunas deben llegar a todos los niños y niñas del Ecuador sin discriminación alguna. No hacerlo podría desencadenar un retroceso sin precedentes", alertó Joaquín González-Alemán, representante de Unicef en el país a través de un escrito difundido hoy en Quito.
Asimismo, indicó que "en este contexto, es crucial contar con un monitoreo cercano del estado de los servicios esenciales materno-infantiles para identificar las barreras y brechas actuales".
González-Alemán explicó que ese monitoreo permitirá "diseñar, planificar e implementar estrategias tendentes a eliminar" los obstáculos en los procesos de vacunación materno-infantil.
Agregó que Unicef-Ecuador, en asociación con el estatal Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), llevan adelante el proceso de monitoreo para apoyar a esa cartera del Gobierno a "identificar las brechas en los servicios esenciales y así poder colmarlas".
Para el representante de Unicef, planificar, dotar de recursos y asegurar el personal sanitario para que cada niño reciba sus vacunas completas y a tiempo es crucial para que no mueran por causas evitables.
La inmunización, dijo, salva entre 2 y 3 millones de vidas cada año a nivel global y los beneficios son exponenciales, ya que en la niñez se previenen varias discapacidades y se reduce el número de muertes por enfermedades infecciosas como la polio, difteria, sarampión, meningitis, paperas, tosferina, neumonía, infecciones por rotavirus y tifoidea.
Además, aseguró que en las siguientes etapas de la vida, la vacunación infantil permite prevenir cánceres y "favorece a que las personas adultas mayores tengan vidas más sanas y largas".
La inmunización, además, representa un ahorro para los Estados, pues se estima que en países de ingresos bajos y medios, "la vacunación tienen un retorno de 16 veces lo invertido, ya que evita incurrir en los costos del tratamiento de la enfermedad y se previene la pérdida de productividad a lo largo de la vida laboral".
Según el escrito de González-Alemán, "la vacunación es una intervención que posibilita el ejercicio de los derechos de los niños, en especial, al disfrute del más alto nivel posible de salud, al desarrollo integral, a la supervivencia, a la vida".
Además, remarcó que, "si bien en las últimas décadas se han dado enormes avances en cuanto a la cobertura de vacunación en el país y el mundo, éstos han sido desiguales entre países y en el interior de la gran mayoría de ellos".
Las crisis económicas y la pandemia de la covid-19 han modificado las prioridades de los gobiernos y han creado "nuevas barreras para el acceso a servicios esenciales como la vacunación".
Por ello, concluyó, en la actualidad "se observa una reducción del número de niñas y niños que reciben inmunización completa y oportuna, lo que pone en riesgo sus vidas".
"La inmunización es una intervención fundamental para no dejar a nadie atrás, y un elemento crítico para combatir uno de los mayores problemas de salud pública que enfrenta la niñez del país, la desnutrición crónica infantil", remarcó González-Alemán.
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