Las tres centrales del Complejo Paute están operando para garantizar el suministro de energía

Las tres hidroeléctricas del Paute, fueron prendidas la tarde y noche del martes para garantizar energía al país, pese a que el plan del Gobierno era mantenerlas apagadas el mayor tiempo posible para que sus embalses aumenten.

Su generación fue necesaria para compensar la caída de producción de Coca Codo Sinclair, que no puede mantener una producción constante debido a que el caudal varía según las lluvias porque no tiene embalse.

Mazar fue encendida a las 17h00, trabajó con una de sus dos turbinas durante tres horas. Paute Molino generó desde las 12h00 hasta las 20h00, el mismo tiempo lo hizo Sopladora. Entre las tres produjeron 134 megavatios en promedio.

Su generación depende de la cantidad de agua en sus embalses, pero la crisis de esos reservorios es tan grave que sus niveles ya no se miden en metros, sino en centímetros.

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Este es el embalse de Mazar, es el más grande de la Sierra, tiene 31 kilómetros de largo y su estado ha sido crítico los dos últimos meses por falta de agua. Cuando su nivel cae a 2 110 metros de altura, la hidroeléctrica debe ser apagada por seguridad.

19 horas tomó al río Paute, entre el lunes y martes, hacer que ese embalse crezca 17 centímetros, esa ganancia se pedió en las tres horas que la hidroeléctrica funcionó. Por eso lograr la recuperación de ese embalse es una meta lejana porque le faltan cinco metros para llegar a su nivel operativo mínimo y 42 metros para alcanzar su cota máxima.

Decidir si las hidroeléctricas del Paute se prenden o no depende de lo que suceda en Coca Codo Sinclair, cuya producción ha sido variable debido a la inestabilidad del caudal del río Coca. Al medio día de este miércoles, gracias a las intensas lluvias de la tarde del martes, estaba generando 820 megavatios, cuando a la misma hora el martes solo entregaba 340 megavatios.