14 abr 2022 , 14:09

Tras dos años suspendida por la pandemia, en Guayaquil se oficializó la Misa Crismal

Uno de los principales ritos católicos en la semana mayor.

   

Aunque la pandemia sigue, los eventos religiosos se retomaron y cientos de personas asistieron a la Catedral de Guayaquil. Un jueves santo de reflexión y gratitud.

Un momento para recordar el valor de la vida, de la salud, dando gracias de rodillas, iluminados por la fe.

Un rito ceremonial que vuelve a recibir a fieles luego de dos años suspendido por la pandemia.

Una de las características de esta misa es la presencia de todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Guayaquil y también los de Daule, 160 en total. Reafirmando su compromiso con sus feligreses.

En la homilía el Arzobispo, monseñor Luis Cabrera, destacó la importancia de la iglesia en la recuperación social, en estos momentos de agitación y temor por la inseguridad.

Se consagró el oleo crismal, el aceite de olivo con bálsamo que sirve para ungir a quienes se bautizan, a los que se confirman y a los enfermos. Un símbolo de la sanidad tan anisada en estos tiempos de violencia y pandemia.

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