Tras 15 años de firmada la paz, sigue el desminado en la frontera con Perú
Ecuavisa acompañó a militares en la peligrosa tarea de buscar minas sembradas en suelo ecuatoriano.
En la selva de la provincia de Morona Santiago, Ecuavisa acompañó a los militares en la peligrosa tarea de buscar las minas sembradas en territorio ecuatoriano.
En enero de 1995, Ecuador y Perú estaban en guerra, llamada también: la guerra de las minas.
Quince años después de que ambos países firmaron la paz, ninguno de los dos la ha conseguido por completo. Todavía hay 16 mil minas, trampas explosivas enterradas en territorio ecuatoriano, destinadas a mutilar o incluso matar personas.
Amanece en la frondosa selva, en la provincia de Morona Santiago, donde las montañas albergan desde hace año y medio a 51 militares que buscan las minas que perú sembró en terreno ecuatoriano en 1995.
Se puede creer que ha pasado mucho tiempo pero las minas pueden conservarse activas hasta por 30 años.
En el Cenepa una de las estrategias de guerra era sembrar minas para defender los territorios.
Dentro de los acuerdos presidenciales entre Ecuador y Perú para desminar fue el cruce de información para establecer los campos minados. Bajo esta promesa el perú entregó 13 áreas peligrosas a Ecuador y nosotros le entregamos a Perú la ubicación de 65 campos minados.
En nuestro país están en cinco provincias: Pastaza, Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Loja y El Oro.
Desde el año 2000 que Ecuador emprendió el programa de desminado humanitario. Loja y El Oro han sido las únicas declaradas libres de minas.
Pero restan 400 mil metros cuadrados de territorio por desminar. Una tarea nada sencilla, porque la mina es en realidad un explosivo en una cajita de plástico, apenas tiene una mínima lámina de metal que se activa al contacto con el explosivo en el momento que se lo pisa, y esa lámina es lo que registra los detectores de metales que utilizan para su búsqueda.
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