Algunos adquirieron deudas al comprar expresos nuevos y ahora no tienen cómo pagar.
Los transportistas escolares también viven una crítica situación debido a la pandemia. Aseguran que la suspensión de clases los ha afectado severamente, pues algunos adquirieron deudas al comprar expresos nuevos y ahora no tienen como pagar.
A Amable Campoverde no le queda más que sacarle brillo a su furgoneta antigua, pues este año pensaba renovarla. Sin embargo, con la pandemia, sus planes se vinieron abajo. Amable dice que el expreso sigue en la concesionaria, no puede sacarlo porque no hay trabajo, menos plata. Ofrece el servicio de expreso escolar desde hace 20 años, cuando se quedó sin trabajo, cree que ahor la historia se está repitiendo.
Otro caso es el de Fernando Romero, quien compró un vehículo en febrero de este año. Le costo cerca de 30 mil dólares, sus cuotas son de 700 y lo que ahora gana mensual es menor a este valor. A esto se suma que durante la pandemia, algunos de sus compañeros llegaron a contagiarse, 19 de ellos fallecieron en Guayaquil.
Por ahora, la situación de este gremio es incierta. Las clases presenciales están suspendidas por lo que plantean varias salidas, así lo indica el presidente de la Federación Nacional de Transporte Escolar, Oswaldo Guamán, quien comentó que han tenido que acordar recorridos con el sector público para llevar trabajadores. Pero aún así, no todos están operativos, de los 13.980 expresos que hay en el país, solo 3.150 mil están laborando. Por lo que esperan flexibilidad por parte de las autoridades y así seguir sumando kilómetros de recorridos.
Recomendadas