Los taxistas son víctimas de la delincuencia cuando atraviesan ese túnel, ya conocen la modalidad de asalto.
Cerca del medio día, el calor y la congestión vehicular obliga a muchos a bajar los cristales corriendo el riesgo de ser víctimas de la delincuencia. En San Roque, en el centro de Quito, los taxistas no tienen tranquilidad.
Los sospechosos pululan por el ingreso al túnel. Unos se esconden entre los matorrales esperando el momento preciso, otros se alejan al ser observados. El ambiente es tenso y todos los saben.
"Uno se descuida y le roban", dice uno de los taxistas que circula por el sitio, quien ya toma precauciones para evitar un evento de esos.
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La modalidad consiste en que una persona solicita el servicio, generalmente mujer, y a continuación se embarcan varias personas que amedrentan al conductor.
Sin embargo, no es un tema solo de los taxis, incluso los peatones deben transitar con precaución y mirando a todos lados. Los moradores y transeúntes piden a las autoridades incrementar la vigilancia.
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