La demolición causa malestar a los habitantes, comerciantes y quienes transitan por el sector.
A un mes de que concluya el plazo para terminar la demolición mecánica del edificio en el que funcionaba el Ministerio de Agricultura en Guayaquil, el proceso avanza rápidamente. Solo quedan 10 pisos de la edificación, sin embargo el polvo y el ruido causados por la obra provocan malestar entre los habitantes y quienes transitan por el sector.
Los 29 pisos del edificio destacaron en el centro de la urbe porteña durante cuatro décadas.
La demolición mecánica del inmueble empezó en octubre del año anterior y el proceso se ha desarrollado sin inconvenientes, así lo aseguró Arturo Mejía, director de Servicio de Gestión Inmobiliaria del sector público, durante un recorrido ofrecido para constatar los avances de la obra: “Ha sido un proceso bastante bien manejado, creo que se ha hecho con mucha responsabilidad, estamos dentro del cronograma, cero accidentes”.
El estado destinó más de tres millones de dólares para la destrucción del edificio que presentaba problemas en su infraestructura. Los trabajos se desarrollan durante todo el día en dos turnos para cumplir con el plazo que termina a fines de mayo. Al momento solo quedan 10 pisos.
El ruido y el polvo han causado malestar a los habitantes del sector y transeúntes de la zona: “Me parece que debería haber alguien aquí que le da una mascarilla a una persona para que se pueda proteger porque de verdad que afecta a los pulmones”, comenta Jaime Mosquera.
Mejía también se refirió a esa problemática: “He tenido la oportunidad de conversar con los vecinos y por supuesto hay molestias, por el ruido, un poco por el polvo, pero creo que es un toma totalmente normal al tratarse de una obra de esta magnitud”.
Sobre ese espacio se construirá un parque recreativo a partir de julio.
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