Correa aseguró que aún subsiste la situación de emergencia causada por el terremoto.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en su habitual informe sabatino, señaló que extenderá el estado de excepción, emitido el pasado 16 de abril, tras el terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter que asoló un sector de la costa norte del país.
Correa aseguró que aún subsiste la situación de emergencia causada por la sacudida que afectó varias provincias costeras, especialmente la de Manabí y el sur de su vecina de Esmeraldas, las más castigadas.
El actual estado de excepción entró en vigor el 17 de abril pasado por un periodo de sesenta días para las provincias costeras de Manabí, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Santa Elena, Guayas y Los Ríos, según el decreto ejecutivo emitido entonces por el Gobierno, que un día después amplió la medida a todo el territorio nacional.
La emergencia nacional "aún se vive" y por ello "vamos a renovar el estado de excepción", señaló Correa en su informe por radio y televisión, tras señalar que una de las razones para extender el plazo de la medida es la presencia de decenas de miles de damnificados en albergues oficiales y muchos en "refugios improvisados".
El pasado jueves, el mandatario informó que había ascendido a 668 el número de muertos por el terremoto, tras la identificación de cinco cadáveres de personas que estaban reportadas como desaparecidas.
El Gobierno se encuentra empeñado en la reconstrucción de las zonas afectadas que, según las autoridades, tomará algunos años.
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