Quito: ¿quién es Matthias Abram, cuyo nombre lleva la escalinata del barrio San Marcos?

En la sesión ordinaria número 238, los ediles del Concejo Metropolitano aprobaron con 22 votos, en segundo debate, que la escalinata E3A de San Marcos lleve el nombre del intelectual e investigador ítalo-alemán Matthias Abram.

¿Cómo surgió esa iniciativa? El pasado 13 de abril del 2021, la comunidad de ese tradicional sector del Centro Histórico capitalino presentó el proyecto de Ordenanza a la Comisión de Áreas Históricas para recordar, reconocer y transmitir el aporte de Abram, quien vivió varios años en la calle Junín.

Desde 1985 fue vecino de San Marcos y trabajó con la comunidad. Su trabajo en la rehabilitación de las casas patrimoniales del barrio en donde forjó una biblioteca sobre historia, viajeros y educación en Ecuador, ha sido reconocido por varios actores sociales y políticos.

Uno de los espacios más importantes de esa biblioteca fue dedicado a la colección de mapas antiguos e investigaciones sobre el barroco quiteño, el cual se dio a conocer en la segunda mitad del siglo XVI y cuyos exponentes principales de la época destacan Jorge de la Cruz, Fray Jodoco Ricke, Pedro Gosseal y Pedro Bedón.

Matthias Leonhardt Abram llegó al país hace 50 años. Hizo una fuerte contribución al pensamiento, la ciencia y el convivir de la capital. Editó varios textos como la revista Pueblos Indígenas y Educación de la Editorial Universitaria Abya Yala, además de ser fundador y padrino de la Unidad Educativa Intercultural Bilingüe Tránsito Amaguaña, en Quito.

Siempre fue considerado un ecuatorianista, filósofo y lingüista. Conoció Ecuador en 1972 durante un viaje de voluntario cooperante. Trabajó en Quito en 1974 como coordinador del Servicio Alemán de Voluntario y se quedó a vivir en el país.

Los vecinos de San Marcos lo recuerdan con cariño. "Es un justo reconocimiento, pues, con esta resolución del Municipio, ya no se llamaría la primera escalinata de San Marcos, sino escalinata Matthias Abram", afirmó María Angelita Liger.

La mujer destacó que “era una buena persona, siempre que venía de su país compartía con sus vivencias con nosotros, porque él se sentía parte de nuestro barrio. Un buen vecino que admiraba y valoraba lo que tenemos en el Centro Histórico, principalmente en San Marcos”.

Falleció el 1 de marzo de 2019, en Italia. Sus amigos lo recuerdan como una persona que ayudó a la institucionalización de la educación bilingüe en el Ecuador.