758 contagios hubo esta semana; se agrava la crisis hospitalaria.
Quito se acerca a los 10 mil casos de coronavirus. Solo en esta semana, se registraron 758 nuevos contagios y la crisis hospitalaria es incontrolable.
El hospital Pablo Arturo Suárez es una casa de salud saturada de pacientes con COVID-19. Allí, los médicos y personal de salud no tienen tregua.
Personas que hasta hace unos días estaban sanas, ahora se enfrentan a situaciones críticas. Esta semana, en Quito, es cuando más personas han fallecido por el impacto de la enfermedad.
Solo en este hospital, de 3 a 4 defunciones diarias, se ha pasado a tener entre 7 y 8 vidas que se apagan.
No son solo cifras, son pérdidas irreparables y esfuerzos de estos profesionales que, a rato, se sienten impotentes porque el virus no frena; porque fuera de estas salas, aún hay personas que se creen inmunes al contagio.
Insomnio, nerviosismo y pánico ponen a prueba la vocación.
Como ya no hay espacio, en el patio del hospital se ha montado otro campo de guerra: un hospital móvil, donde están pacientes cuyo estado de salud es moderado; donde el personal médico se las sigue jugando a riesgo de contagiarse.
En los exteriores, se ven pacientes que llegan en taxis, afiebrados, con tos, al borde del ahogo.
Otros se despiden del ser querido con la esperanza de verlo retornar como ingresa, y hay quienes deben resignarse ante la dura realidad.
Todo esto se puede evitar solo con la ayuda ciudadana, con autocontrol, autoencierro, autoprotección.
Una decisión que, en este punto, es crucial. Solo para evidenciar como avanza el silencioso enemigo, estas son las cifras: el lunes, Quito empezó con 8.195 casos; el martes subió a 8.346; el miércoles, 8.581; el jueves, 8.746; y hasta hoy, 8.953
En tan solo cinco días, 758 casos más y con hospitales que pronto empezarán a decidir a quién atender y a quién no.
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