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Quiénes trabajan en hospitales no pueden celebrar la Navidad junto a sus familias
Esto porque hay oficios que no lo permiten. Trabajadores de hospitales de Quito cantaron cómo viven las fiestas lejos de su familia.
La Navidad llegó y se siente, aunque no todos puedan vivirla. El personal sanitario es uno de ellos, el oficio hace que muchas veces los festejos sean ajenos, son fechas en las que deben dedicar tiempo al cuidado de los pacientes, porque las enfermedades no dan tregua.
Mayra Castro trabaja desde hace 15 años en el hospital Carlos Andrade Marín, dice no recordar la última vez que celebró con su familia Noche Buena o Navidad. Le ha tocado adelantar la celebración en más de una ocasión, y todavía le cuesta trabajo decirle a su hijo porque tendrá que ausentarse una vez más.
“Él ya sabe, el 24 mamá no va a estar aquí, vamos a celebrar un día antes la Navidad, pero papa Noel llega el 24 de noche, sí, pero esta vez porque mamá tiene turno y va a estar atendiendo pacientes, va a llegar el 23 en la noche para amanecer 24".
A Luis Meléndez, médico intensivista de la misma casa de salud, la tecnología le ayuda a estar cerca de su familia, sobre todo en esta época, este año tampoco festejará en casa y aunque la profesión es demandante y las veladas para ellos no son novedad, la fecha no deja de ser emotiva.
“Son sentimientos encontrados, porque nosotros con la vocación de médicos sabíamos que tenemos que sacrificar muchas cosas”.
Aunque no pueden celebrar, hay situaciones que compensan la lejanía familiar.
Ángela Males, enfermera del hospital IESS Quito Sur, es de las que decora los pasillos en estas fechas, intenta que la Navidad no pase desapercibida entre sus compañeros.
El 24 deberá permanecer en el hospital, llegará a su casa cuando los festejos hayan terminado.
“Saber que nuestra familia está en casa compartiendo y nosotros trabajando, y también aquí los pacientes sin saber de qué podrán estar la otra Navidad en casa o no”.
Coinciden en que habrá un momento para compartir, aunque sea breve, un momento para recordar que cada uno hace la Navidad desde su lugar.
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