El Inamhi también anunció posibles tormentas eléctricas.
Las calles se convirtieron en ríos llevándose los vehículos a su paso. En varios sectores, los conductores se quedaron atrapados en medio de las inundaciones que pusieron en riesgo a los habitantes de diversos sectores de la ciudad.
Según los reportes del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI), la torrencial lluvia que soportó Guayaquil este lunes, por más de 12 horas, fue la más intensa de este año. Y advierten que los pronósticos no son alentadores, pues, se mantendrían las condiciones climáticas, al menos, todo este mes.
Calles con grietas, zanjas desbordadas y cascadas formadas en medio de zonas residenciales por las alcantarillas colapsadas generaron preocupación entre los moradores.
Para Diego Peña, investigador universitario y especialista en el comportamiento de los fenómenos naturales lo que ocurre en Guayaquil es particular, pues, está al nivel del mar y rodeada de ríos y esteros. Eso la vuelven más vulnerable en el invierno.
"Muchas de las políticas que se han hecho han atacado uno de los frentes. Sabemos que hay un problema de basura y que esta tapona las alcantarillas. Es un factor que hya que atacarlo y mejorarlo, pero no es suficiente", afirma Peña.
Sin embargo, cree que decir que por eso debemos inundarnos siempre no es cierto. Además afirmó que ya es necesario una actualización de todo el sistema de desfogue de aguas lluvias.
"El sistema no es suficiente, no es capaz de eso. Entonces sí, ahí si se necesitaría un trabajo en el cual se pudiera actualizar todo el sistema de evacuación para que llegue a tener estos grandes tipos", agregó.
Sin embargo, en Interagua tienen otra visión. "Una vez que la marea fue bajando, las aguas en los principales puntos de la ciudad también fuerioon duisminuyendo. KLo que significa que los sistemas de aguas lluvia están funciopnando correctamente", argumentó Ilfn Florsheim.
Aunque no se ha reportado familias damnificadas el municipio habilitó un sitio de acogida temporal si el invierno se pone peor. Mientras tanto los habitantes de las zonas afectadas anhelan que los pronósticos no se cumplan y el invierno les de una tregua.
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