En Ecuador hay 190 institutos técnicos y tecnológicos que ofertan 420 carreras, sin embargo, apenas 47 500 jóvenes están matriculados.
La enseñanza y formación técnica y profesional debe adaptarse a la globalización, el progreso tecnológico, la transformación demográfica y el cambio climático.
Por ello, la Organización Internacional del Trabajo, la Unesco y el Banco Mundial han alertado al mundo que las carreras técnicas no deben ser consideradas una vía educativa de segundo nivel porque son las carreras que las empresas consideran para el futuro y todo gravita hacia el predominio de profesiones tecnológicas, técnicas y ya no a las carreras tradicionales.
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De hecho, la futura selección de personal que harán las empresas será por los conocimientos Inteligencia Artificial y se requerirán desarrolladores de software y aplicaciones, especialistas en tecnología de la información y comunicación, analistas de datos, expertos en marketing digital y comercio electrónico, especialistas en ciberseguridad, en energía renovable y sostenibilidad ambiental, diseñadores de realidad virtual y aumentada así como especialistas en automatización y robótica.
Singular importancia cobrarán carreras complementarias como la mecatrónica, donde los equipos demandarán personal experto en electricidad, electrónica y mecánica.
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Actualmente, en el país hay 190 institutos técnicos y tecnológicos, de ellos 55 son públicos. Pero se ofertan 420 carreras y están matriculados apenas 47 500 estudiantes que ponen empeño a su formación, algunos recién descubriendo su vocación.
El Instituto Central Técnico es uno de los más grandes en el país, y allí los jóvenes rompen el estigma de la profesión tradicional. El conocimiento que adquieren es primero teórico. Lo práctico viene luego al armar y desarmar motores o una caja de cambios automática. Esto requiere pericia, concentración, conocimiento y, por supuesto, la aplicación de lo teórico. Identifican tamaños y formas, medidas y el funcionamiento de cada pieza. Todo debe quedar operativo, funcional.
Los institutos superiores públicos acaban de recibir equipamiento actualizado, tornos y fresadoras que sirven para hacer partes y piezas automotrices o de máquinas industriales. Los viejos tornos han sido reemplazados por los nuevos que ya vienen con tecnología de control numérico.
El equipamiento y las mejoras en infraestructura para los institutos superiores supera los USD 4 millones que implica el beneficio de 15 078 futuros nuevos profesionales técnicos, pero aún falta.
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La Senescyt reconoce los títulos de estas carreras como títulos universitarios de tercer nivel, lo que permite que los estudiantes pueden continuar hacia maestrías que las están ofertando las universidades públicas y privadas pensando en especializaciones.
Las nuevas carreras ganan adeptos. De las 62 universidades públicas y privadas, 27 ofrecen carreras técnicas y tecnológicas.
En la Universidad Central, por ejemplo, la Facultad de Filosofía acaba de implementar la Escuela de Pedagogía en Mecatrónica que tiene 400 alumnos, los cuales se preparan para las profesiones del futuro, para la industria robotizada, para atender aquellas demandas de nuevos servicios.
El desafío en las carreras técnicas es alcanzar la equidad de género. Afortunadamente hay talento que se prepara para atender las demandas empresariales y productivas del país
En el país recién se intenta conectar a la academia con las empresas para buscar definir las nuevas carreras profesionales y la fuerza laboral que requiere el Ecuador industrial es en esa área, en la técnica y tecnológica donde está la empleabilidad a corto plazo.
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