Los estipendios por sus labores quedaron fijados entre 540 y 591 dólares.
Cinco mil jóvenes que estudian Medicina y que son beneficiarios del actual estipendio por su labor como internos, cumplen un rol fundamental en los hospitales públicos de Ecuador.
La gran mayoría comienza su jornada laboral luego de sus horas diarias de estudio.
Como es el caso de Fernanda Moreira, quien lleva cinco meses realizando el internado rotativo en el hospital Abel Gilbert Pontón, en el suburbio de Guayaquil. Sus actividades no cesan en una jornada de trabajo que se puede prolongar hasta por 24 horas.
Ella tiene que asistir a los pacientes, proveerles de una silla de ruedas, tomarles la presión, en muchos casos calmarlos... convirtiéndose en el nexo entre la casa de salud y el paciente.
Los médicos del hospital Abel Gilbert Pontón señalan que los internos no sólo laboran en sus respectivas áreas sino también reciben clases dentro de esta institución. Una situación que se repite en los cientos de hospitales del país.
Otro caso es el de Mario Mascote, quien estudia Nutrición en la Universidad Estatal de Milagro. Él visita a los pacientes en sala pero también recibe acompañamiento de su tutora para realizar el control de calidad de los alimentos contemplados en la dieta.
Para ambos jóvenes, el internado, así como sus estudios implican gastos en movilización, alimentación, papelería, entre otros rubros; por esta razón tanto ellos como los cinco mil internos a nivel nacional registrados por el Ministerio de Salud, ven con agrado que no se haya reducido el valor del estipendio que reciben mensualmente.
El miércoles 4 de septiembre, el Gobierno restableció el reconocimiento económico individual para estudiantes del Internado Rotativo. Este quedó fijado en $591,60 para la carrera de Medicina, y $540,60 para Enfermería, Obstetricia y Nutrición.
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