Migrantes ecuatorianos están entre los que más atraviesan la peligrosa ruta de Darién

Ecuador es el segundo país con mayor cantidad de migrantes que atraviesan la selva del Darién, la frontera entre Colombia y Panamá, para llegar a Estados Unidos (EE.UU). El Servicio Nacional de Migración de Panamá reporta cerca de 15 mil ecuatorianos que han caminado por esa peligrosa ruta, expuestos a decenas de riesgos.

El pasado 18 de noviembre, Ecuador conoció la noticia de que una compatriota murió justamente en ese lugar. Se trata de María Cuyo, de 38 años, originaria de Zumbahua, provincia de Cotopaxi. Ella, al igual que miles de migrantes, viajaba con sus tres hijos menores de edad.

Sin embargo, superar esa etapa del camino no es ni siquiera el 50% del total del viaje hacia EE.UU. Queda todavía llegar a Costa Rica, Nicaragua, Honduras o El Salvador, Guatemala, México y finalmente conquistar el 'sueño americano'.

De acuerdo con testimonios de migrantes que han logrado atravesar la zona, muchos mueren por caídas, heridas, ahogados, por falta de alimentos y agua, picaduras de animales u otras enfermedades.

José Iván Dávalos, Jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ecuador, describe a Darién como una zona "selvática, agreste y muy escarpada".

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Atravesar la zona significa introducirse en una selva hostil, sin posibilidad de acceder a ayuda en caso de una herida de gravedad.

Los migrantes deben caminar durante días, cargando en sus mochilas las únicas provisiones para sobrevivir, que principalmente son enlatados; soportando sol y lluvia, en temperaturas que van desde los 6 a los 33°C.

Sin embargo, los peligros van más allá de la naturaleza. Los migrantes están expuestos al crimen organizado que opera en la zona, aprovechando la vulnerabilidad de los viajeros; también son víctimas de robos comunes.

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Entre enero y octubre del 2022 más de 200.000 personas cruzaron el Daríen, es decir, un incremento de más del 60% de los cruces reportados en el mismo periodo en el año 2021.

Que los ecuatorianos sean el segundo grupo mayoritario en atravesar esa compleja ruta sorprende a la OIM. Anteriormente eran cubanos y haitianos, luego del grupo más importante: venezolanos, quienes representan .

El aumento de personas que optan por esa vía responde a varias razones. Una de ellas, según Dávalos, es que la frontera es muy 'porosa', es decir, permeable al paso de migrantes. En términos geográficos, el Tapón de Darién son aproximadamente 5.000 kilómetros cuadrados donde es imposible que se ejerza un control del paso de migrantes.

Otra razón está en que las agrupaciones dedicadas al tráfico de personas, llamados 'coyoteros', ofrecen paquetes más baratos para llegar a Estados Unidos a través del Darién. Dávalos cuenta que la OIM ha identificado ofertas que inician desde $2.000 y que luego, en medio del desierto piden más dinero, incluso hasta $20.000.

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Los analistas consultados por Ecuavisa.com también creen que una razón está en la facilidad para cruzar la frontera entre Ecuador y Colombia. En el Puente de Rumichaca, únicamente necesitan la cédula de identidad. No obstante, muchos optan por utilizar pasos clandestinos para evitar ser identificados.

William Murillo, de la organización 1800 Migrante, cree que el motivo de fondo está en la falta de atención que reciben los grupos vulnerables, por parte del Estado. Al no tener empleo, acceso a educación, salud ni oportunidades, el someterse a un viaje así de complejo se convierte en la mejor alternativa.

Para Murillo, el problema de la migración nace desde que alguien simplemente considera irse ilegalmente. La motivación, generalmente, viene desde los familiares que ya están en Estados Unidos. A eso se suma que los 'coyotes' se ganan la confianza de las familias, se convierten en una 'ayuda' para cumplir el 'sueño'; a pesar de que en situaciones de riesgo no dudarán en abandonarles.

Ante eso, Dávalos cree una de las alternativas para evitar la migración riesgosa está en ofrecer programas para quienes retornan a Ecuador, de tal manera, que tengan las facilidades de empleo y de reinserción.

Quitar el tabú de la migración como un sueño también es clave para Murillo, generando programas de socialización de los riesgos que corren.