Manta quiere potabilizar el agua de mar para abastecer a su población

El cantón Manta, de acuerdo al ultimo censo con más de 270 mil habitantes, sigue creciendo en Manabí y se ubica como el segundo más poblado después de la capital, Portoviejo, pero ante ello, los desafíos también crecen.

Entre esos, la cobertura de agua potable en los últimos 30 años ha sido todo un reto para las administraciones que ha tenido la ciudad. El censo de 2020 que se realizó en 2022, indica que más del 90 % accede al liquido vital, pero la realidad en ciertas zonas es otra.

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Julia Mero López explica que por lo que más sufre su familia y los vecinos de San Mateo, parroquia rural de Manta, es la falta de agua, lo que complica varias labores domésticas como lavar la ropa o preparar la comida.

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Ella muestra los tanques que tiene en casa, todos vacíos hasta la llegada de un tanquero la abastezca. Sin embargo, se espera que esto cambie en ese sector y otras zonas de las partes altas de la ciudad de Manta con un proyecto que impulsa el cabildo.

La solución estaría en el mar como fuente de captación, dicen las autoridades que puntualizan que "siempre ha estado ahí, en frente de todos". Por ello, un estudio financiado por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) determina que la desalinización es lo que necesitan para dotar de líquido vital a Manta.

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Y con esa idea han conseguido un financiamiento de USD 5,2 millones como parte de los casi USD 17 millones otorgados en 2022 por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y avalados por el Comité de Reconstrucción, para el proyecto Planta Manta que tenía como captación el acueducto de Refinería del Pacífico, desde La Esperanza, en el cantón Bolívar, a 100 kilómetros de distancia.

Pero tras el paso del tiempo, el proyecto de la planta no ha sido viable por las dificultades de traer agua del acueducto. Asimismo, el BEI dio por terminada la operación de crédito en Ecuador por desacuerdos con el gobierno anterior y se suspendió el financiamiento.

El pasado 4 de septiembre de 2024, la alcaldesa de la ciudad, Marciana Valdivieso, presentó la primera fase del proyecto de la Plantas Desaladoras Modulares, para que se les permita hacer el uso del dinero, lo que formalizó el miércoles 18 de septiembre.

Las plantas desaladoras modulares serían instaladas en un sector de la playa La Tiñosa, en la parroquia Santa Marianita, en el sur de la ciudad, para desalinizar el agua marina con el procedimiento de ósmosis inversa, un proceso que purifica el agua mediante membrana semipermeable, que permite el paso del líquido y eliminando las partículas en suspensión, en este caso la sal que se queda en el camino.

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Desde el Municipio explican que la ayuda llegará a las parroquias rurales, San Mateo, Santa Marianita y San Lorenzo, cuyas familias recibirán el agua potable previamente captada desde el mar, beneficiando, entre todas, hasta casi 30 mil habitantes.

Según los estudios, el agua es ciento por ciento segura para el consumo humano. Las autoridades explican que este proceso es incluso mejor que el que actualmente se capta desde las tres fuentes lejanas que tiene la ciudad y que llega de otros cantones.

Manta recibe agua desde El Ceibal en Rocafuerte, a 35 km. Desde Casa Lagarto en Santa Ana, a 65 km, y La Esperanza en el cantón Bolívar, a 100 km, pero deben sufrir varios problemas de turbiedad y otros daños técnicos que ven como solución captar agua desde la fuente más cercana que es el mar.

Según Naciones Unidas, 1 800 millones de personas vivirán en condiciones de escasez grave de agua para 2025. Ante esto, ¿podría gran parte de la solución estar en los océanos que contienen el 97 % del agua del planeta?

Hay dos tipos de métodos de desalinización, explicó a BBC Mundo José Luis Sánchez Lizaso, profesor del departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante.

Por una parte están los métodos que usan calor que, con diferentes variantes, evaporan el agua y la vuelven a condensar, lo que básicamente consiste en imitar el ciclo natural de evaporación y lluvia.

El segundo grupo de métodos se basa en membranas que permiten separar el agua de las sales para lo que también necesitan energía normalmente suministrada en forma de energía eléctrica que luego se transforma en energía mecánica.

La mayor planta desalinizadora del mundo, la de Ras Al-Khair, en Arabia Saudita, usa el método de evaporación térmica. Pero el 70 % de las desaladoras del planeta, incluyendo las de Sudamerica, usan el otro mecanismo, descubierto en la década del 60 y perfeccionado desde entonces, el de hacer pasar el agua de mar por membranas, en un método que se denomina ósmosis inversa.

Actualmente es el método más eficiente para desalar agua de mar desde el punto de vista energético. Chile es el país con mayor capacidad de desalinización de América Latina.

La osmosis inversa, mediante su capacidad selectiva, retiene el 99,5 % de las sales disueltas, lo que produce agua apta para consumo humano, procesos industriales y también para riego agrícola.