24 jun 2024 , 15:36

Los síntomas del dengue clásico vs. dengue hemorrágico: diferencias clave para una detección oportuna

Mientras que el dengue clásico es menos severo y generalmente manejable con tratamiento sintomático, el dengue hemorrágico es una forma grave que puede ser mortal.

   

El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, particularmente por el Aedes aegypti. Esta enfermedad puede presentarse en dos formas principales: el dengue clásico y el dengue hemorrágico. Aunque ambas formas son causadas por el mismo virus, presentan diferencias significativas en cuanto a sus síntomas, gravedad y tratamiento.

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Dengue Clásico

El dengue clásico, también conocido como fiebre del dengue, es la forma más común y menos grave de la enfermedad. Sus síntomas suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura del mosquito infectado y pueden incluir:

  • Fiebre alta (40°C)
  • Dolores musculares y articulares intensos (a menudo se le llama "fiebre rompehuesos")
  • Dolor de cabeza severo
  • Dolor detrás de los ojos
  • Náuseas y vómitos
  • Erupciones cutáneas que pueden aparecer unos días después de la fiebre
  • Cansancio extremo
  • El dengue clásico rara vez es fatal y, con reposo y tratamiento sintomático adecuado (hidratación, paracetamol para la fiebre y el dolor), los pacientes suelen recuperarse en unas pocas semanas.

    Dengue Hemorrágico

    El dengue hemorrágico es una forma más grave y potencialmente mortal de la enfermedad. Se caracteriza por un aumento en la permeabilidad vascular, lo que puede llevar a hemorragias internas y shock. Además de los síntomas del dengue clásico, el dengue hemorrágico puede presentar:

  • Sangrado espontáneo de las encías, nariz, tracto gastrointestinal u otros órganos
  • Manchas rojas en la piel (petequias)
  • Vómitos con sangre o materia fecal negra y alquitranada
  • Dolor abdominal intenso y continuo
  • Dificultad para respirar
  • Piel fría y húmeda (signos de shock)
  • Bajo recuento de plaquetas en los análisis de sangre
  • El dengue hemorrágico requiere atención médica inmediata y puede necesitar hospitalización para manejo intensivo, incluyendo terapia de líquidos intravenosos y, en casos severos, transfusiones de sangre.

  • Prevención y Control
  • La prevención del dengue se centra en el control de la población de mosquitos y la protección personal contra las picaduras. Algunas medidas preventivas incluyen:

  • Eliminación de criaderos de mosquitos: vaciar, limpiar o cubrir recipientes que puedan acumular agua.
  • Uso de repelentes de insectos y ropa protectora.
  • Instalación de mosquiteros en ventanas y puertas.
  • Fumigación en áreas de alta incidencia.
  • En resumen, mientras que el dengue clásico es menos severo y generalmente manejable con tratamiento sintomático, el dengue hemorrágico es una forma grave que puede ser mortal si no se trata a tiempo. La clave está en la prevención y en buscar atención médica inmediata al detectar síntomas graves.

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