En Ecuador no hay evidencia del cumplimiento de la Ley para plásticos de un solo uso, en tres años de vigencia

El 21 de diciembre de 2020, Ecuador se sumó oficialmente al grupo de naciones que busca la reducción progresiva de plásticos de un solo uso. Ese fue el objetivo de la Ley Orgánica para la Racionalización, Reutilización y Reducción de este material.

Según la normativa, el objetivo se logrará mediante el “consumo responsable, la reutilización y el reciclaje de los residuos y, cuando sea posible, su reemplazo por envases y productos fabricados con material reciclable o biodegradables”.

Este último punto es el que mayores dudas genera, pues según Verónica Arias, docente universitaria y exsecretaria de Ambiente del Municipio de Quito, "no hay evidencia de que se esté cumpliendo".

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La normativa estableció plazos para que las industrias incorporen plástico reciclado en la elaboración de varios artículos, como botellas plásticas fabricadas con PET, sorbetes, cubiertos, vajillas y fundas de plástico.

El primer plazo, de 18 meses, se cumplió a mediados de 2022, mientras que el segundo plazo finalizó el 21 de diciembre de 2023. Para esa fecha, por ejemplo, las embotelladoras debían incorporar a sus envases al menos el 15 % de plástico reciclado.

Para finales de 2024, las empresas tendrán que incorporar los porcentajes máximos establecidos en la Ley en la elaboración de productos a base de plástico. No obstante, Verónica Arias indica que hace falta que los Ministerios de Ambiente y Producción expidan el reglamento correspondiente para verificar su cumplimiento.

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Para Jorge Luis Mórtola, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Plásticos (Aseplas), el consumo de este material responde, a gran escala, al uso excesivo de los recursos. Explica que en la actualidad, la gente busca mayor comodidad, lo que genera que todo sea de un solo uso.

"En ese proceso (de buscar mayor comodidad) hay una demanda de recursos que se está volviendo insostenible. En mayo de 2024 ya nos estamos consumiendo todos los recursos que el mundo produce en un año", aseguró Mórtola.

De hecho, en las últimas dos décadas se ha producido el doble del plástico que se produjo en todo el siglo pasado, agregó Verónica Arias.

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A pesar de ello, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos exponen que el 60 % de la población ecuatoriana tiene una iniciativa de reciclaje. Se trata de una oportunidad que, a decir del presidente de Aseplas, se debe aprovechar.

Ecuador no es productor de ciertos tipos de plásticos. "No tenemos industria petroquímica", dijo. Y agregó que, cada vez que se deja de importar una tonelada de materia prima y esta se obtiene del reciclaje, el país tiene beneficios.

Verónica Arias coincidió en la buena acogida que tienen los temas ambientales en la sociedad, pero resaltó que "lo importante es que sepan cómo". Para ambos, la capacitación es necesaria y se debe realizar desde escuelas y colegios para generar conciencia.

Tras el registro de la Ley, en los últimos años se han invertido cerca de USD 50 millones en maquinaria y tecnología, que permitan reutilizar los desechos plásticos en el país. No obstante, el presidente de Aseplas sostuvo que hace falta un mayor control desde los gobiernos locales.

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"La gestión de residuos está atrasada porque requiere ingresos que son responsabilidad de los GADS", indicó.

A la par, hace falta un mayor control por parte del Ministerio de Producción, que se lograría con una evaluación del registro de materia prima que ingresa al país, con el porcentaje de material reciclado. "Deben comprobar que el porcentaje (de material reutilizado) sea igual o mayor a lo que han vendido", finalizó Mórtola.