Entre agosto del 2014 y noviembre del 2020 se han registrado 432 femicidios.
La pandemia de coronavirus, amparada en el confinamiento, solo logró incrementar la violencia contra las mujeres y ha puesto de manifiesto la necesidad de seguir luchando para prevenir y combatir esta enfermedad a la que las víctimas no deben enfrentarse solas.
Según información de la Fiscalía General del Estado, en Ecuador, 65 de cada 100 mujeres han sido víctimas de violencia en algún ámbito a lo largo de su vida. Mientras que los datos que maneja la Policía Nacional, detallan que de enero a los primeros días de noviembre a escala nacional se reportaron 61 femicidios, cifras inferiores a las de las organizaciones de la sociedad civil que recogen 96 casos en ese mismo periodo. En lo que sí coinciden son las provincias con más violencia contra las mujeres que son Guayas, Pichincha y Los Ríos.
Uno de los casos más impactantes registrados en noviembre, es el de una madre de 26 años asesinada con 113 puñaladas; su cuerpo fue encontrado en el interior de una mecánica en la parroquia urbana de Totoracocha en Cuenca.
Las estadísticas que manejan organizaciones civiles muestran que cada cuatro días una mujer es asesinada en el Ecuador, como lo confirma Geraldine Guerra, vocera de la Alianza para el Mapeo de Femicidios desde la sociedad civil.
Pero las cifras son más amplias y alertan la situación. Entre agosto del 2014 (mes en que entró en vigencia el COIP, que tipificó al femicidio en su artículo 141) y noviembre del 2020, se han cometido 432 femicidios en Ecuador, según la Comisión Especial de Estadísticas de Seguridad, Justicia, Crimen y Transparencia.
Para Camilia Cedeño Ortega, vocera del proyecto social Muvalmu (Mujer Vales Mucho), la poca inversión en políticas para prevenir cualquier tipo de violencia, es uno de los problemas más graves que se deben afrontar. "Se ha dejado de lado esta realidad por múltiples factores, pero es el Gobierno el llamado a trabajar desde la cabeza sobre este mal que nos afecta a todos. Las mujeres deben poder acceder a ayuda a través de múltiples canales que les garantice seguridad. Lo peor que puede pasar es que muchos casos sigan quedándose en la impunidad, mientras las mujeres callan".
El tiempo que tardan las víctimas de violencia de género en verbalizar o denunciar su situación solo agrava el panorama, donde lo más probable es que termine ocurriendo un femicidio, pero ¿Por qué las víctimas de violencia de género tardan en denunciar?
Muchas víctimas responden que la razón es "el miedo a la reacción del agresor". Le sigue de cerca la creencia en que ella “lo podría resolver sola”, el sentimiento de no reconocerse como víctima de violencia de género y el de sentirse culpable y responsable de la situación”, comenta Virginia Sandoval, psicóloga clínica que trata casos de violencia intafamiliar.
Según datos actuales de la Fiscalía del país, en el ámbito educativo el 97% de las víctimas de violencia física y sexual y el 98% de las víctimas de violencia psicológica no denunciaron a sus agresores. Mientras que en el ámbito laboral el 88% de las víctimas de violencia física y el 97% de las víctimas de violencia sexual y psicológica no denunciaron a sus agresores.
El 88% de las denuncias por abuso sexual se encuentran en fase de investigación previa, el 96% de las denuncias por acoso sexual se encuentran en fase de investigación previa.
Por otro lado, la violencia machista cuesta a Ecuador alrededor de 4.608 millones de dólares al año en daño empresarial, doméstico, sanitario y todas las consecuencias directas e indirectas que arrastra este problema, analiza un estudio, elaborado con la colaboración de la Universidad San Martín de Porres (USMP) de Perú y en coordinación con la Secretaría Técnica del gubernamental Plan Toda una Vida.
Uno de los principales resultados que arroja la investigación, patrocinada por la Cooperación Alemana (GIZ), es que esta violencia ocasiona a Ecuador un costo aproximado equivalente al 4,28 % de su Producto Interno Bruto (PIB).
Calculando de forma integral la violencia contra las mujeres en Ecuador, el estudio dice contribuir "a visibilizar una realidad oculta y normalizada, así como la necesidad imperiosa de invertir en su prevención" por parte del Estado y sus instituciones, así como entidades del sector privado.
"Prevenir es mucho más beneficioso a mediano y largo plazo para reducir los altos costos que representan atender los casos", reza la nota, al tiempo que alienta a lograr una "economía violeta" que empodere a las mujeres para que sean capaces de tomar las decisiones sobre sus vidas.
En América Latina, "dos de cada tres mujeres han sido víctimas de violencia, y en uno de tres el perpetrador era su pareja. Necesitamos prevenir con políticas de tolerancia cero: que le quede a todo el mundo claro que no vamos a tolerar la violencia contra las mujeres", declaró la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra Mujeres y Niñas que se celebra este miércoles 25 de noviembre.
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