La situación empeora por la falta de servicios básicos, el difícil acceso a la salud y alimentos saludables.
La falta de servicios básicos como el agua potable, alcantarillado, el difícil acceso a la salud y alimentos saludables y ahora la pandemia ha generado que niños y niñas en el Ecuador sufran de desnutrición crónica. Uno de cada 4 niños sufre desnutrición crónica. En el Ecuador corresponde al 27,2% de la población infantil, según la Unicef.
Y esta problemática tiene rostro indígena porque la mayor incidencia se registra en provincias de la Sierra, como Chimborazo con 35,2%, seguido de Bolívar con 35,1%, Tungurahua que registra el 32,5% y Cotopaxi con el 31,8%.
Mae Motaño, ministra de Inclusión Social, señaló que la desnutrición crónica infantil surge por varios factores. “No solamente tiene que ver con alimentos, tiene que ver con capacitación, con formación en temas de nutrición: cómo nutrir, cómo cuidar, tiene que ver con agua de buena calidad, con servicios de alcantarillado, con un ambiente sano”.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Ecuador ocupa el segundo lugar en Latinoamérica dentro de esta problemática, Verónica Proaño, vocera de Word Vision, indicó que aquello repercute en la productividad del país y tiene un impacto a lo largo de la vida de las personas. “Si nuestros niños que están entre 0 y 5 años no están debidamente desarrollados, el capital humano del Ecuador en 20 años va estar seriamente comprometido en sus habilidades para poder trabajar y poder estudiar”.
El Ecuador no ha podido reducir estos índices en los últimos años, por lo que el Gobierno actual plantea disminuirlo al menos un 6% durante su gestión. “6 puntos porcentuales, es decir que actualmente el dato de desnutrición que tenemos a nivel nacional es de 27, menos 6 puntos quedaría 21 hasta el año 2025...”, comentó Erwin Ronquillo, secretario técnico de Ecuador Crece sin Desnutrición Infantil.
La academia, las organizaciones y las instituciones de Gobierno, coinciden en el cuidado y atención de la madre y el menor durante los 1.000 primeros días de vida.
La pandemia es otro de los factores de riesgo que afecta a los niños y niñas, debido al confinamiento. “Los niños que estaban entre 0 y 3 años que recibían ahí sus alimentos por lo menos una comida al día, al pasar a estar en confinamiento y después por la pérdida de medios de vida de sus padres, son los que mayormente se ha visto expuestos a la desnutrición infantil por no tener la seguridad alimentaria”, dijo Verónica Proaño.
La falta de servicios básicos, el difícil acceso a la salud y alimentos saludables y ahora la pandemia se suman a las causas de la desnutrición crónica infantil en el Ecuador.
Recomendadas