Hace más de un mes vecinos y deportistas volvieron a jugar en el escenario deportivo que se destruyó tras el aluvión del pasado 31 de enero
Una pancarta con las fotografías de quienes fallecieron tras el aluvión del pasado 31 de enero fue colocada en la malla lateral sur de la cancha de ecuavóley denominada Comuna de Santa Clara de San Millán, noroccidente de Quito. Debajo de ese cartel, los vecinos sembraron flores de diferentes colores en donde rezan y encienden velas para recordar a las víctimas.
Eran las 14:00 del sábado 16 de abril del 2022 cuando un grupo de vecinos se reunió en ese escenario deportivo, que hoy cuenta con 52 socios. De los 28 fallecidos la tarde del 31 de enero, 22 también fueron socios, por lo que en su memoria se decidió colocar la gigantografía con las imágenes de sus rostros y nombres en su honor.
Ólguer Tumipamba, presidente de la Cancha, contó a Ecuavisa.com que ya se retomaron las actividades deportivas en ese predio afectado por la tragedia. Aplanaron la cancha con arena y colocaron dos palos largos para la red. El objetivo es disfrutar como lo hacían antes, entre amigos y familia. En el sitio en donde funcionaba un pequeño graderío para los espectadores se construyó una pequeña caseta rústica con paredes de plástico, techo de zinc y pingos.
Allí, los vecinos juegan naipes y apuestan un dólar en cada partida. Uno de ellos es Camilo Andrade, de 68 años, uno de los fundadores de ese espacio de esparcimiento, quien estuvo allí al momento del aluvión. Ahora se moviliza con muletas porque tiene una fuerte lesión en la pierna. “Parece que también se me rompieron los ligamentos y necesito una resonancia magnética”.
Antes, él jugaba ecuavóley con los moradores, pero ahora no puede hacerlo. Recuerda que el día de la emergencia, escuchó un estruendo y una marea de aguas negras que se acercaba rápidamente al escenario deportivo. “Eso explotó y tratamos de sobrevivir. Cada quien huyó como pudo y yo lamentablemente me arrojé por el lado posterior que da a la calle Núñez de Bonilla en donde murieron varios amigos”.
A su juicio, es hermoso que la cancha vuelva a ser la de antes, pero al mismo tiempo es triste recordar a toda la gente que perdió la vida.
Antes de cada juego de ecuavóley, los deportistas llenan una hoja en blanco con sus nombres y aportan un dólar. Por cada cotejo se reúnen seis dólares. Con esas recaudaciones, Tumipamba aspira reunir lo suficiente para construir un nuevo cerramiento y hacer otras obras que se necesitan como poner baterías sanitarias, juegos infantiles, techo, luminarias y demás espacios que se perdieron.
Pidió a las autoridades municipales que les ayuden con las obras ya que no cuentan con recursos económicos. "Tuvimos propuestas de la Dirección Metropolitana de Deportes del Municipio y lastimosamente no se han dado resultados positivos", manifestó el dirigente.
Como parte de las obras, los dirigentes de la cancha tienen previsto levantar un pequeño altar con cruces. Ahora, la gente se reúne en la cancha afectada por el aluvión del 31 de enero del 2022 para hacer deporte los sábados y domingos, de 14:00 a 18:00.
A continuación, un carrusel con información y fotografías de la cancha:
Historia de la cancha
En 1983, la cancha de ecuavóley de La Comuna comenzó a recibir a decenas de personas y la bautizaron con el nombre de Eduardo Ortiz. Tumipamba recuerda que aproximadamente 10 años se denominó así hasta que luego la llamaron Comuna de Santa Clara de San Millán.
Antes del aluvión, esta tenía aproximadamente 80 socios. Todos los días, hombres y mujeres se reunían allí para practicar ese deporte y compartir momentos de esparcimiento. Ese espacio es de tierra y ocupa una extensión de aproximadamente 400 metros cuadrados.
Contaba con techo de zinc con iluminación, baños, bodega, parqueadero, cerramiento y juegos infantiles. Tenía una cerca alambrada que daba a la José Berrutieta, calle por donde bajó todo el lodo, basura, troncos de árboles y escombros desde la quebrada Tejado cuando se produjo la emergencia.
Hasta ahora, los socios de la cancha conservan las fotografías de cómo era ese escenario deportivo. Su objetivo también es ayudar a los familiares de los fallecidos y que los heridos accedan a servicios de salud. Tumipamba asegura que, hasta el momento, siete personas necesitan ser intervenidas quirúrgicamente en las extremidades.
"Queremos y necesitamos hacer deporte porque la cancha no debe morir", dijo el vecino Fernando Moya.
Luis Maila contó que con los moradores arreglaron la cancha con picos y palas. Para el morador Ernesto Castañeda, el objetivo que se plantearon con los directivos ahora es levantar el escenario deportivo desde cero. "La cancha está algo transitable ahora, pero luego del aluvión era casi imposible caminar".
El vecino José Suárez pidió a la Alcaldía que les apoye rehabilitando la cancha porque los jóvenes necesitan un lugar de esparcimiento.
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