La petrolera presentó recurso de casación ante la C. Nacional de Justicia para que revise sentencia.
“Hoy se cumplen 20 años del Caso Chevron, una lucha por la dignidad”, reseña la cuenta oficial de los demandantes a Chevron en Ecuador.
Hoy se cumplen 20 años del Caso Chevron. Una lucha por la dignidad. Gracias a todos por su apoyo recibido. pic.twitter.com/jXxFI34J7m
— Chevron Tóxico (@Chevron_Toxico) November 3, 2013
Es que en una mañana de otoño del 3 de noviembre de 1993, un grupo de indígenas, ataviados con vistosos collares de semillas y penachos de plumas de papagayo, conmocionó la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en donde empezó la demanda por daños ambientales contra la petrolera Texaco; una tragedia que ha dejado -según los amazónicos- una estela de muerte y destrucción entre los pueblos ancestrales, tanto como a la fauna y flora de la Amazonia ecuatoriana.
Según los demandantes, Texaco, para abaratar costos durante la explotación petrolera que efectuó entre 1964 y 1990, no usó la tecnología apropiada con la que contaminó 2 millones de hectáreas de la Amazonia del país, con 71 millones de litros de residuos de petróleo y 74 millones de litro de petróleo bruto en la región.
El juicio fue instaurado en Nueva York, porque la central de operaciones de Texaco estaba localizada en White Plains; pero en el año 2001, a pedido de Chevron, el juez Jed Rakoff de la Corte de Apelaciones de Nueva York decidió que el caso no era de su jurisdicción y lo dejó en manos de la justicia ecuatoriana, con la condición de que la petrolera acate la decisión de estos tribunales. Ese mismo año, Texaco se fusionó con Chevron, la segunda compañía petrolera más poderosa de Estados Unidos, con operaciones en 180 países alrededor del mundo.
En 2011, la Corte de Justicia de Sucumbíos condenó a la empresa estadounidense al pago de más de 19.000 millones de dólares por los daños ambientales causados en esa región. Chevron considera que en ese proceso fue víctima de una trama de fraude, iniciada por los abogados de los 30.000 colonos e indígenas que le demandaron, primero en cortes de Estados Unidos y luego en las de Ecuador.
Litigio actual
La compañía petrolera ha insistido en cortes internacionales invalidar esa decisión judicial, con laudos parciales a su favor, como el de septiembre de este año, en el que el Tribunal Internacional de Arbitraje acogió la demanda presentada por Chevron en contra del Estado ecuatoriano -hace cuatro años-, basada en los acuerdos de liberación de responsabilidad de los reclamos ambientales que puedan hacer terceras personas de forma colectiva, firmados en 1995 entre el Gobierno ecuatoriano y Texaco, filial de Chevron.
La petrolera presentó también un recurso de casación ante la Corte Nacional de Justicia para que se revise la sentencia de 19 mil millones de dólares, pero ha pasado un año y 7 meses sin que los jueces se pronuncien. Este fallo ayudaría a los demandantes para homologar la sentencia en otros países y poder cobrar el dinero.
Paralelamente, en esa misma fecha el presidente de la República, Rafael Correa, lanzó en Sucumbíos la campaña “La mano sucia de Chevron”, que busca mostrar al mundo la contaminación dejada en la amazonia por la compañía estadounidense, y que ha tenido eco en países de Latinoamérica y de Europa, y en algunas de sus celebridades. En su reciente visita a Madrid, el canciller Ricardo Patiño recibió el respaldo del gobierno español, a través de la creación del comité internacional número 16, de los ya vigentes que se solidarizan con la causa ecuatoriana.
En octubre anterior, en base a una disposición de la Corte de Justicia de Sucumbíos para que Chevron pague la multa correspondiente, el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) embargó 50 marcas de aceites y lubricantes de la compañía en el país.
Mientras, la comunidad amazónica afectada espera la remedación en la zona, que será posible cuando Chevron pague la multa impuesta por la Corte de Sucumbíos, pues utilizarán dichos recursos para poner en marcha los programas necesarios para esos fines.
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