Jóvenes Contra el Cáncer suspende servicios por falta de convenio con MIES

La organización Jóvenes Contra el Cáncer, dedicada a apoyar a personas que padecen esta enfermedad, se constituyó formalmente en el 2007, y durante 11 años recibieron el apoyo económico del Estado, a través del Ministerio de Inclusión Económica y Social.

El Estado entregaba cerca de $60 mil que se destinaba a la atención psicológica de los pacientes diagnosticados, kits alimenticios y transporte, de acuerdo al presidente de la fundación Gustavo Dávila.

Durante el 2020, ya empezaron a presentar problemas para la renovación del contrato. La excusa era que el MIES no podía solventar un convenio porque no brinda servicios relacionados a salud.

Susana Santistevan, exviceministra de Inclusión durante la administración de Mae Montaño, cuenta que cuando se encontraron con esa problemática, decidieron tramitar una nueva modalidad de convenio para que pueda ser incluida esta fundación y otras como la Asociación de Padres de Niños con Cáncer (Apnacc).

La idea, de acuerdo a la exautoridad, era que se establezca un convenio que permita la inclusión económica de los padres de los jóvenes con cáncer y de los pacientes oncológicos.

Este convenio estuvo a punto de concretarse; sin embargo, desde la salida de Montaño, en septiembre de 2021, la fundación Jóvenes Contra el Cáncer asegura no haber tenido una respuesta concreta.

El actual ministro Esteban Bernal, en declaraciones a la prensa, se ha referido al tema. En febrero, cuando la organización decidió realizar una huelga de hambre para exigir la firma de los convenios, el titular de esa cartera dijo que entre mayo y junio d 2022 se retomará el servicio bajo la modalidad de "apoyo familiar".

A María Morán, de Portoviejo; y Neida Mera, de Guayaquil, les entristece la decisión de suspender los servicios en sus provincias (Manabí y Guayas, respectivaente), lo mismo ocurrirá en Morona Santiago. La fundación dejará de brindar el soporte psicológico, la orientación para la atención médica y hasta el soporte económico.

María fue diagnosticada con cáncer en el 2017 y aunque ya superó la enfermedad, recuerda con nostalgia el momento en el que recibió la noticia. Dice que solo quien atraviesa la enfermedad sabe la necesidad de apoyo psicológico que atraviesan los pacientes oncológicos.

En eso coincide Neida. Ella cuenta que en ocasiones, cuando el Estado no le entregaba la medicación, la fundación asumía los costos. Incluso, ahora debe tomar un medicamento que cuesta $70 mensuales y lo consume de manera diaria. La última vez que recibió de gratuitamente la medicina fue en febrero del 2022.

Ayer, 4 de mayo de 2022, anunciaron que la línea 1-800 Cáncer, dedicada a la atención psicológica de los pacientes diagnosticados con la enfermedad, dejará de funcionar. Por el momento la fundación sobrevive de donaciones y rifas.

Con base en una carta suscrita por el Director Distrital Quito Centro en diciembre de 2020,que tenía por asunto "Carta de intención de suscrición convenios 2021", la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer se endeudó confiando en que llegaría el convenio y que los gastos serían reembolsados.

Anualmente, esta institución espera recibir $52 mil dólares. Santistevan dice que no es un presupuesto exagerado y que el MIES sí tendría la capacidad de cubrir.