Inseguridad en Quito: A hombre apuñalado la atención médica le costó más de $ 20 mil
Quienes sufren asaltos o robos pagan fuertes sumas de dinero para recuperarse de las heridas causadas por la delincuencia
Eran las 19:00 del 27 de mayo cuando el vehículo de Víctor P. cayó sobre un bache en la Panamericana Norte, a la altura del intercambiador de Carcelén, extremo norte de Quito. La llanta se desinfló y paró de inmediato para cambiarla.
En ese momento, dos hombres se acercaron al hombre de 52 años y le apuñalaron en el pecho, cerca del corazón, para robarle el celular. Cayó sobre la calzada y su hijo que lo acompañaba se comunicó con el ECU 911 que envió una ambulancia. Lo trasladaron a dos centros asistenciales públicos en donde no lo atendieron por falta de médicos e insumos, por lo que su familia prefirió llevarlo a uno privado.
La prioridad era de que no perdiera más sangre. Lo operaron del corazón y los médicos lograron salvarle la vida tras permanecer en cuidados intensivos. Su sobrina, Margoth A., contó que hasta ayer acumularon una deuda de USD 20 110 por gastos médicos del hospital. De esa cantidad, alrededor de 12 500 se destinaron a operaciones y el resto en medicinas, tratamientos y otros gastos.
Los delitos en Quito desde el 1 de enero hasta el 27 de mayo:
Poveda es albañil y no tiene recursos económicos para pagar la deuda que contrajo con el centro asistencial. “Hay personas que nos ayudaron, pero todavía falta mucho más para cubrir lo que debemos. Tendremos que organizar comidas solidarias para sacar fondos y no dejarnos vencer”, contó la mujer a Ecuavisa.com.
Las deudas y gastos generados por las secuelas de la inseguridad son una realidad que deben afrontar las víctimas. Víctor Álvarez, coordinador del Observatorio Médico Profesional, ha tratado decenas de casos de personas que sufrieron ataques violentos y resultaron heridas y tuvieron que gastar altas sumas de dinero.
Por ejemplo, un paciente con lesión cráneo encefálica pequeña tiene que gastar, en una clínica, más de USD 100. En otros casos –acota el experto- las víctimas tiene cortes en las manos y dedos por forcejear con los ladrones durante los asaltos. “Si afecta a los tendones y necesita ingresar a quirófano, el paciente debe pagar USD 2000 como mínimo, todo depende del daño”.
Si alguien necesita rehabilitaciones o fisioterapias por las lesiones causadas con arma blanca en las extremidades, necesita por lo bajo USD 200 para diez sesiones. Es más caro si el paciente acude a un hospital de primer orden. En las fundaciones la atención es más económica, explica Álvarez.
En promedio, los costos en cuidados intensivos con medicación básica son de USD 2000 cada día. Si alguien tiene lesiones graves tras un asalto y necesita un tratamiento de osteosíntesis (clavos, tornillos o placas) en alguna extremidad, cada pieza tiene un valor como mínimo de dólares o más. “El costo de un paciente politraumatizado es altísimo”.
Por eso –acota el galeno- hay una gran cantidad de gente de escasos recursos que prefiere atenderse en los centros asistenciales públicos. Así le ocurrió a Melva L., de 78 años, quien sufrió un asalto afuera de su casa en la ciudadela Jaime Roldós Aguilera, noroccidente de Quito. Los ladrones le apuñalaron a la altura del hombro izquierdo.
Acudió a un centro público en donde no le cobraron la sutura, pero le tocó gastar cerca USD 200 por las medicinas y cremas. “Hasta ahora me pica en el sitio donde me apuñalaron”. Hace dos meses, ella se cayó sobre el hombro lesionado y tiene dolores permanentes.
Otro es el caso de Santiago V., quien se enfrentó a los delincuentes cerca de la tribuna de Los Shyris, norte de la capital. Ellos trataron de quitarle la computadora y su teléfono celular. Le cortaron la oreja y rompieron un diente. Pagó USD 250 en el tratamiento de la pieza dental que perdió, la sutura en el oído tuvo un precio de 100 dólares y en las medicinas pagó USD 80, incluyendo las cremas para la herida. "Por suerte el seguro cubrió gran parte de esos rubros".
Homicidios intencionales en Quito
Solidaridad de la gente
Pero las lesiones no solo afectan en la parte física, otras personas tienen que recuperarse de las pérdidas económicas cuando les arrebatan sus bienes como vehículos, motos, celulares, computadoras, etc. En octubre del año pasado, delincuentes asaltaron el medio digital de Andrés G. y su esposa que se ubica en Sangolquí.
Se llevaron dos computadoras (de escritorio y portátil) con las que realizaba transmisiones en vivo, tres cámaras, un dron, un plasma, un calefector, la capturadora de video, una consola. El robo ascendió a USD 8000 y ha gastado cerca de USD 3000 en comprar aparatos electrónicos de medio uso.
También ha organizado hornados y encebollados solidarios. Los vecinos le donaron la comida y así de a poco ha conseguido los equipos para recuperar su medio digital. "Todo ha sido muy complejo, hubo daños psicológicos en mi familia".
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