12 oct 2021 , 12:25

Hasta 10 mil dólares puede costar ingresar un fusil al sistema carcelario de Ecuador

La guerra entre las mafias dentro de algunos reclusorios ha generado el incremento del tráfico de armas hacia las celdas.

   

Hasta 10 mil dólares puede costar ingresar un fusil al sistema carcelario de Ecuador. La guerra entre las mafias dentro de algunos reclusorios ha generado el incremento del tráfico de armas hacia las celdas.

El tráfico de armas dentro del sistema carcelario del país es tan evidente que los reos tienen mejor armamento que los uniformados quienes, dentro de las cárceles, solo pueden disparar balas de goma.

Para saber cómo los mafiosos ingresan las armas, un equipo de Ecuavisa ingresó a la Penitenciaria del Litoral. Aquí, se concretaron dos entrevistas con personas que ya cumplieron sus condenas y acababan de salir en libertad.

Con "José" fuimos a un lugar más seguro, él cuenta cuánto pagan a los traficantes. “Un arma 5 mil, municiones mil, fusil 10 mil”.

Pero, ¿cómo las mafias superan los cordones de seguridad? "José" relata lo que pudo ver durante 3 años en prisión.

"Carlos" es otro expreso y agrega que los cabecillas son quienes organizan, por medio de un celular, la logística para ingresar las armas, por eso cree que la clave es dejarlos incomunicados. “Al momento de tener el control, los presos matan. Es n un centro de perfeccionamiento militar”.

De enero a septiembre, en el sistema carcelario, la Policía incautó 130 armas de fuego. Entre ellas, fusiles y revólveres, 5.800 municiones, 17 granadas y un lanzagranadas, pero estos decomisos no significan que las prisiones hayan quedado limpias de balas. El jefe Zonal de la Policía menciona que la falta de tecnología mina el camino hacia esa meta.

Así mismo, por ingresar armas y otros objetos prohibidos al sistema carcelario, la Policía ha ejecutado hasta septiembre 336 detenciones, 53 de estas a guías penitenciarios, 10 a funcionarios del sistema carcelario, 3 a policías y un militar, cifras que demuestran que los funcionarios públicos también han sido reclutados por los traficantes de armas, abasteciendo el arsenal que los reos tienen oculto entre las paredes del deteriorado sistema carcelario de Ecuador.

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