Esta mañana la Fiscalía hizo el reconocimiento del lugar de los hechos.
Siguen en cuidados intensivos dos de los tres jóvenes heridos por un guardia de seguridad en las inmediaciones de un colegio de Guayaquil. Hoy la Fiscalía realizó el reconocimiento del lugar donde se registró el incidente el jueves pasado y se emitió orden de captura contra el celador, quien está prófugo. El Ministerio de Educación también investiga el caso.
La Fiscalía inició reconociendo los ventanales rotos durante la diligencia realizada cuatro días después de que, según testigos, un guardia de seguridad privada de una concesionaria de vehículos disparara contra un grupo de estudiantes, quienes minutos antes protagonizaron una gresca.
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César Peña, fiscal que está a cargo de la investigación, asegura que se está indagando una tentativa de asesinato: “Las investigaciones determinan que (los estudiantes) han sido del mismo colegio, pero el hecho en sí es verificar la tentativa de asesinato a los jóvenes de colegio por parte de este sujeto que estuvo con un arma aquel día”.
El representante del Ministerio Público, aprovechó para conversar con algunos de los empleados del local donde trabajaba el guardia, quienes le detallaron las circunstancias del incidente.
Al lugar llegó José Obando, padre de uno de los jóvenes heridos, y pidió al fiscal que se detenga al presunto responsable de los disparos. También dio detalles sobre la situación clínica de su hijo: “Tiene (disparos) en la cabeza, en el pulmón, en la pierna y en la espalda tiene bastante perdigones que le han pedido”.
Tras la diligencia, el fiscal se dirigió al Hospital Roberto Gilbert, donde permanecen internados los dos heridos. En este centro de salud aguardaba Fátima Bravo, madre de otro de los estudiantes, ella indicó que su hijo tiene heridas en el pulmón.
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Por su parte, las autoridades de Educación analizarán los videos de la gresca, y en caso de ser necesario se iniciará procesos disciplinarios contra los estudiantes, según explicó Valentina Rivadeneira, subsecretaria de Educación: “Tener instaladas las cámaras al exterior de los colegios ha permitido grabar los incidentes que se suscitaron y poder tener una investigación y pruebas claras para poder continuar con un proceso sancionatorio”.
Se espera que en las próximas horas acudan a la Fiscalía representantes de la concesionaria de vehículos donde trabajaba el guardia y el joven que recibió el alta médica para que rinda versiones de lo sucedido.
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