Gobierno ofrece indultos y dispositivos electrónicos para superar la crisis carcelaria

Los reclusos de tres centros penitenciarios del país protagonizaron incidentes este martes 5 de abril del 2022, pero no hubo fallecidos ni heridos, según los reportes del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI).

La primera alerta se registró en la cárcel de Cotopaxi cuando, al inicio de la tarde, 50 internos encapuchados subieron hasta el techo del pabellón de máxima seguridad como señal de apoyo a los presos que se encuentran heridos en la prisión del Turi en Azuay. Luego de dialogar con las autoridades penitenciarias, la situación fue controlada de inmediato. “Las personas privadas de la libertad (ppl) regresaron a sus pabellones, a sus celdas, así que no hay inconvenientes que nos puedan alertar”, manifestó Oswaldo Coronel, gobernador del Cotopaxi.

En el Centro de Rehabilitación Social de Esmeraldas, los internos protestaron durante una hora. En el patio del recinto carcelario quemaron sábanas para pedir que se garantice la vida de los cabecillas, quienes fueron trasladados a Guayaquil.

El coronel Santiago Viteri, jefe policial, dialogó con los ppl, transmitió su reclamo al SNAI y se calmaron los ánimos. “Ingresaron a sus celdas, están realizando sus actividades diarias normales. La situación se controló acá”.

Finalmente, en la cárcel regional del Guayas, un grupo de reclusos también se subieron al techo de un pabellón, a pocos metros de la torre de seguridad policial. A una escasa distancia de ese lugar, se localiza el centro penitenciario La Roca hasta donde fueron llevados, desde Cuenca, los cinco cabecillas investigados por la masacre en el centro de rehabilitación social del Turi.

Ante esa realidad crítica, el Gobierno se propuso reducir, hasta diciembre, el hacinamiento que actualmente es del 15%. Pablo Ramírez, director del SNAI, manifestó que otra opción es conceder indultos con una proyección de aproximadamente 10 800 personas.

También se trabaja en el proyecto denominado Renacer en el que constan cerca de 4 000 reclusos, pero se trata de quienes cumplieron con el 40% y 60% de la pena; es decir, para quienes ya deben tener prelibertad. Otras medidas son la implementación de dispositivos electrónicos y la contratación de 1 400 nuevos agentes, cuya convocatoria iniciará en los próximos días. Además de la asignación de un presupuesto de 30 millones de dólares que se destinarán a proyectos de inversión en los centros penitenciarios del Ecuador.

Las autoridades esperan que, en los siguientes meses se haga una clasificación de los presos de mínima, mediana y máxima peligrosidad, para que sean reasignados a diferentes sitios. No garantizan que la guerra entre mafias carcelarias termine, pero aseguran que la situación ahora está bajo control.