Gamavisión se apaga: la crisis económica y el abandono de sus instalaciones están acabando con el canal

El canal de televisión Gamavisión, unos de los 17 medios de comunicación incautados en 2008 por la extinta Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) a los entonces dueños del Filanbanco, no pudo ser vendido en 16 años.

Ecuavisa realizó un recorrido por la sede de esa empresa en Quito y constató las condiciones precarias en las que aún laboran 49 personas, quienes se resisten a abandonar las instalaciones porque les deben hasta 19 meses de sueldos, pero además reclaman el pago de las aportaciones al IESS, jubilaciones, entre otras obligaciones.

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En el área de control técnico, el personal trabaja en medio de remiendos. Hay cientos de cables entrecruzados e interconectados que permiten la transmisión de manera rústica.

"Hace 15 años nos quedamos atrapados con estos equipos. Cualquier momento, un equipo más que se dañe y estamos fuera del aire", señaló el técnico Miguel Ángel Argüello.

Gamavisión fue incautado en el Gobierno de Rafael Correa, quien ofreció vender el canal antes de enero de 2009, pero ni lo intentó. Al contrario, se convirtió en una herramienta política de su aparato de comunicación, y también de las administraciones de Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa.

Desde 2008 han pasado cuatro liquidadores que supuestamente debían sanear los pasivos y liquidar la empresa.

"Por pasar de mano en mano, de gobierno en gobierno, cada uno viene y coge su tajada, por eso nos han dejado así", añadió a Ecuavisa el camarógrafo Juan Carlos Torres.

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En una de las últimas acciones de la liquidadora cesante, por 6 000 dólares logró vender a recicladores las antenas de transmisión, entre otros aparatos apilados en las instalaciones.

Así agoniza Gamavisión, en medio de la lucha de 49 trabajadores que piden el pago de cuatro millones de dólares que, según ellos, se requieren para ponerle fin a lo que algún día fue uno de los canales más vistos del país.