Caso Furukawa: Los testimonios de los extrabajadores que denunciaron esclavitud
En 2019, Ecuavisa retrató cómo vivían los trabajadores de la empresa en una hacienda de Santo Domingo de los Tsáchilas. Las personas detallaron las condiciones a las que fueron sometidas.
Uno de los campamentos de la empresa Furukawa estaba ubicado en el kilómetro 42 de la vía Santo Domingo de los Tsáchilas - Quevedo. El equipo del programa Visión 360 llegó al sitio y grabó las condiciones en las que vivían los trabajadores en 2019.
Los empleados denunciaron condiciones de esclavitud. Este caso llegó a la Corte Constitucional, que resolvió el jueves 5 de diciembre del 2024, que Furukawa violó la prohibición de la esclavitud, anulando su dignidad humana. Los trabajadores descansaban en estrechos cuchitriles.
Ecuavisa constató las condiciones de esclavitud. Las jornadas en las plantaciones de abacá eran de sol a sol. Y en ese pequeño espacio de descanso, tenían que dormir de cinco a ocho personas.
El abacá es un árbol similar al banano que fue traído por la empresa Furukawa, de accionistas japoneses y filipinos en 1963. La fibra del tallo se usa en la industria textil. En más de 50 años, los cultivos se extendieron en 2 000 hectáreas entre Santo Domingo, Esmeraldas y Los Ríos.
Su auge empresarial contrastó con la precarización laboral. En 2019 tenía 430 empleados pero en más de cinco décadas pasaron a 1 500 personas. Algunas laboraron hasta 45 años.
Según los testimonios recogidos por Ecuavisa, los empelados no tenían seguro social. Tampoco acceso a salud ni educación. Hubo algunos que se lesionaban con las máquinas.
También hubo mujeres que dieron a luz dentro de los campamentos. Según las denuncias, sus hijos crecieron y trabajaron en la empresa. Las familias sobrevivieron explotadas, sin identidad ni servicios básicos, por eso la Corte Constitucional en su fallo habló de esclavitud.
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