Las fuertes lluvias afectan a Naranjal, Montalvo, Bolívar y Rocafuerte

En cada invierno, varias familias sufren por la crecida del río Bucay en Naranjal, provincia del Guayas. Ellos solicitan la construcción de un puente de manera inmediata debido a que quedan parcialmente incomunicados cada vez que llueve.

 

Por el correntoso río, Lourdes Mendoza ayuda a su sobrino a cruzar sus aguas, y cada año es la misma historia, los hijos de agricultores balanceándose en sus brazos y sorteando el peligro con sus padres para llegar a la otra orilla, y así cumplir sus actividades como estudiantes. 

 

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Con las primeras lluvias, el río Bucay deja parcialmente incomunicadas a 200 familias. La comunidad habla de la necesidad de un puente. 

 

 

 

Para su construcción, la prefectura del Guayas entregó 100 mil dólares al municipio del cantón Naranjal, los otros 40 mil en contrapartida los debe dar la alcaldía a cargo de Marcos Chica, quien dice que la obra en pocos días comenzará a ejecutarse.

 

Mientras llega el puente, el sobrino de Lourdes regresa a casa del colegio con los zapatos en la mano, pisando piedras y evitando que la corriente lo tumbe. En la otra orilla, su vecino llevando en hombros la producción, mientras una maestra y sus alumnos observan estos peligrosos cruces. 3

 

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Por otro lado, se da la crecida del río Cristal en el sector de la ciudadela 25 de abril del cantón Montalvo, provincia de Los Ríos.

 

Los habitantes de esa zona están preocupados porque temen que el desbordamiento del río los deje incomunicados e incluso destruya sus casas y plantaciones. También en Manabí, específicamente en el cantón Rocafuerte, un sector del centro de la ciudad se encuentra bajo el agua debido a los fuertes aguaceros registrados en esa zona. La obstrucción de varias alcantarillas ha contribuido en el estancamiento de las aguas.

 

Otra zona en la que el inicio de la etapa invernal está provocando estragos es la provincia de Bolívar donde el descenso de las aguas represadas en cerros y laderas afecta a varios barrios de los sectores rurales. Quienes se encuentran en esas zonas piden la ejecución de trabajos que disminuyan el impacto de las corrientes de agua.