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Un juez prohibió salir del país a los uniformados acusados de golpear y vejar a detenidos.
La Fiscalía de Azuay formuló cargos en contra de 46 policías por presunto delito de tortura a un grupo de privados de la libertad de la cárcel de Turi, en Cuenca. El hecho se registró en mayo de 2016, durante un operativo policial.
Según el fiscal del caso, Adrián Arpi las supuestas violentaciones se efectuaron "sin que exista motivo alguno, a la fuerza y con golpes". Arpi también explica en un comunicado de prensa publicado en el sitio web de la Fiscalía General del Estado, que las personas privadas de la libertad fueron sacadas de sus celdas y vejadas por un grupo de uniformados.
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Además, la fiscalía presentó los reconocimientos médicos legales, realizados por peritos, con los que se determinó que las víctimas sufrieron lesiones que les causó de uno a cinco días de incapacidad.
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Como parte del proceso, el juez Wilian Sangolquí prohibió a los uniformados salir del país y les ordenó presentarse una vez al mes ante la Unidad Judicial Penal de Cuenca.
Este caso es investigado por el delito de tortura, tipificado en el artículo 151 del Código Orgánico Integral Penal, que puede ser sancionado con prisión de hasta 13 años.
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