Familiares de presos denuncian privilegios en trámites de Habeas Corpus

No todos son medidos con la misma vara. De eso está segura María. Ella es familiar de dos reos que hace un año cumplen su pena en la Penitenciaría del litoral de Guayaquil. Ambos sufren diabetes y son hipertensos.

Ella solicitó un Habeas Corpus para que reciban atención médica y aunque ambos ganaron esta acción el pasado cuatro de abril luego de solicitarla desde diciembre del año pasado, las autoridades no le dan cumplimiento.

Lo confirma este documento, emitido por Sala Especilizada de lo penal de la Corte de Justicia de Guayas, allí consta que "además de no recibir alimentación adecuada, los privados de libertad no tienen acceso a atención médica de calidad ni de medicamentos para tratar sus enfermedades, en específico, la diabetes mellitus".

Sin embargo, vemos que otros privados de libertad corren con otra suerte. En esta resolución consta cómo para un sentenciado por asociación ilícita, un juez de Guayas dispone su traslado hasta el Hospital del Guasmo, en Guayaquil donde deberá permanecer hasta que el juez de Garantías Penitenciarias resuelva su caso.

Además, consta que el Servicio Nacional de Privados de Libertad, SNAI, elaborará de forma prioritaria y urgente la documentación necesaria para que se acoja al régimen semiabierto.

La rápidez en el trámite del Habeas Corpus, que facilitó la liberación del exvicepresidente Jorge Glas, evidencia que existen privilegios como afirma Billy Navarrete, Director del Comité Permanente de Derechos Humanos, pues existen casos de reclusos con enfermedades catastróficas, y algunos que mueren dentro de las cárceles, sin ser atendidos de forma prioritaria, dice el activista.

María solo espera que así como las autoridades fallaron a favor de Glas, y de muchos otros presos que ganan estas acciones, sus familiares logren acceder a esa misma justicia.