Autoridades de Tulcán reconocen un incremento de extranjeros.
La frontera entre Ecuador y Colombia es escenario de un desplazamiento migratorio que nunca ha parado, pese al mortal rastro del coronavirus en nuestro país y es el cierre fronterizo para intentar frenar la pandemia.
"Esta administración está corrompida por todos lados por donde usted se meta hay corrupción", apuntó María Fum, migrante venezolana.
Mario Valdivieso, migrante venezolano apuntó: "la economía venezolana se les escapó de las manos, en Venezuela todo mundo dice que está en contra, hemos buscado la manera de salir y poder surgir".
Paola Andrade señala: "la migración es una realidad que no termina decenas de migrantes cruzan cada la frontera entre Ecuador y Colombia, para llegar al interior del Ecuador o cruza la frontera a Perú".
Esta huida es una larga travesía, pero la prefieren en lugar de quedarse viendo cómo Venezuela se hunde.
En su escape, son víctimas de quienes se aprovechan del cierre de fronteras por la pandemia, y les cobran lo poco que tienen para guiarlos por las denominadas trochas.
Luis Villarroel administrador de la terminal terrestre de Tulcán, informó sobre un inusual incremento de extranjeros: durante el fin de semana pasado desde esta terminal se embarcaron 7500 pasajaeros, y el promedio actual de movilizaciones diarias llega a 900 viajeros.
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