La niña taromenane fue raptada en abril pasado por un posible grupo huaorani.
El Ministerio del Interior informó hoy que el Estado tomó custodia de una niña de taromenane ( etnia en aislamiento voluntario en la selva amazónica), raptada en abril pasado por el grupo huaorani.
El ministerio, en un comunicado, aseguró que en una operación conjunta con funcionarios de la cartera de Justicia y de la Fiscalía puso bajo custodia del Estado a una de las dos niñas de la etnia Taromenane que habían sido "sustraídas de su entorno cultural" tras un ataque por venganza del grupo indígena huaorani.
En abril pasado, miembros de la comunidad huaorani (integrados al resto de la sociedad) atacaron a los Taromenane en supuesta venganza por la muerte de una pareja de ancianos a manos, aparentemente, de los segundos.
En el ataque habría fallecido un número aún no determinado de indígenas taromenane y dos niñas de esa etnia fueron capturadas como trofeo y llevadas a la comunidad huaorani de Yarentaro, en la selva amazónica ecuatoriana.
El Ministerio del Interior indicó que con el uso de dos helicópteros y el apoyo de miembros de un grupo especializado de la Policía llegaron hasta la comunidad de Yarentaro, donde la menor permanecía contra su voluntad.
Uno de los agentes de la Policía recogió a la niña, la subió al helicóptero y fue trasladada hasta un hospital público de la ciudad de Coca, la capital de la provincia amazónica de Orellana, donde fue sometida a una evaluación médica exhaustiva, precisa el informe del ministerio.
El comunicado reitera que para proteger a la menor y a los funcionarios que participaron en la operación, un grupo de policías del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía apoyó la acción de rescate de la menor.
El informe ministerial no precisa si se produjeron incidentes con los indígenas huaoranis que mantenían retenida a la menor, así como tampoco sobre la situación de la otra niña taromenane que fue capturada tras el ataque de abril.
Ese episodio, según versiones de dirigentes indígenas, se habría producido por una venganza, ya que a principios de marzo pasado una pareja de líderes huaorani habrían sido asesinados con lanzas, aparentemente por los taromenane que custodian sus territorios para impedir el paso de personas afines a empresas madereras.
Los problemas entre los dos grupos son antiguos y, según la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), se deben en parte a la reducción de sus territorios a causa de la expansión de las fronteras petrolera y agrícola en la Amazonía ecuatoriana.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, creó incluso una comisión para investigar el caso, aunque ha aclarado que el conflicto es "un asunto entre comunidades", "un problema entre clanes": los huaorani, incorporados al resto de la sociedad, y los taromenane, en aislamiento voluntario en la selva.
Correa ha afirmado que este conflicto es "extremadamente complejo", al tiempo de recordar que "Ecuador es uno de los poquísimos países del planeta que tiene todavía grupos no contactados".
También ha establecido "zonas intangibles" en sus territorios y ha aplicado medidas cautelares para proteger a los pueblos no contactados o en aislamiento voluntario.
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